Hearst
A una manzana de la calle principal en una pequeña y pintoresca ciudad de Georgia (la podríamos confundir como el escenario de películas clásicas como Tomates Verdes Fritos o Driving Miss Daisy), Lauren y Chad Crouch encontraron la casa perfecta donde echar raíces con sus pequeños (Aria de 4 años y Collier de 3). Ya que el barrio es conocido por su encanto de principios de siglo, los Crouch apostaron por un concepto respetuoso con la arquitectura histórica y levantaron esta casa country que se mezcla a la perfección con sus antiguos vecinos. El nuevo hogar cumple con las comodidades modernas (una base sólida, espacios abiertos) y con elementos clásicos de la zona (techos con vigas, puertas correderas estilo "granero"). "La casa de en frente fue construida a finales de 1800", dice Lauren "y estamos muy orgullosos de que la nuestra parezca que fue construida al mismo tiempo".
Fotos: Max Kim-Bee
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Dile hola al porche más trabajado de la ciudad. Como ya has visto, es sala de estar, recibidor, centro de jardinería, y comedor, en uno, la mejor forma de aprovechar la temperatura media anual de 17 grados.
Una mezcla de adornos vintage y actuales dan un ambiente casual en la sala de estar, donde las estanterías de pino, rescatadas de un colegio demolido, combinan a la perfección con un nuevo sofá de lino. Una pintura abstracta del artista Deann Hebert añade textura sobre la chimenea estilo chippy.
Los propietarios usaron materiales recuperados para dar a la cocina una sensación actual. Como por ejemplo la espaciosa isla central apoyada en postes antiguos o la campana hecha a medida de pino.
Rodeado por ventanas en tres de las paredes, el comedor bañado por el sol ofrece amplias vistas del campo, incluyendo una granja de potros. Para resaltar el paisaje, Lauren equipó la habitación con cortinas de color marfil discretos, colgadas de elegantes barras (de Ikea). La lámpara de techo francesa ilumina la pieza más sentimental de la habitación: una mesa de comedor que el marido de Lauren, Chad, hizo a mano utilizando madera recuperada de la casa de su padre.
Para añadir calidez en la cocina, sobre el frigorífico blanco, Lauren puso papel pintado resistente al agua, sellado con poliuretano.
Los espejos de mercadillo sobre un viejo banco de trabajo de carpintero, convertido en consola crean un estilo antiguo pero actual.
Una vieja señal de cruce encima de la cama de hierro antigua de Collier, de 3 años, hace un guiño a la historia del ferrocarril de su ciudad natal. Elementos como una antigua puerta de granero y tableros de cedro en el techo (de la última casa de los Crouch) crean una "transferencia exprés" de habitación de niño pequeño a juvenil.
El espacio es tan creativo como los niños que lo usan. Para este cuarto, Lauren hizo un escritorio volado con el sobre de una mesa antigua entre dos estanterías blancas. Justo encima, un panel magnético de una vieja farmacia sirve como tablón para las mini obras maestras.
Un sofisticado papel pintado floral en gris y marrón (de farrow-ball.com) prolonga el tono de las vigas del techo y añade estilo femenino (pero sin volantes) a los elementos rústicos de la habitación. El banco a los pies de la cama, recuperado de un viejo parque, muestra unas antiguas iniciales talladas a mano.
Una bañera con patas restaurada de los años 30 (Appalachian Tubs, 770-324-8701) es un lugar pintoresco para darse un baño de espuma y sol. Es también el contrapunto perfecto para la ducha moderna.
"Este columpio antiguo fue un regalo del Día de la Madre de mi marido, Chad", dice Lauren. "En cuanto lo colgamos, la casa oficialmente se conviritó en hogar".
Lauren dice que la mejor fuente para encontrar muebles de exterior buscar en mercadillos. La mesa de bistro rojo y las sillas blancas de forja, por ejemplo, son de una antigua heladería.
¿El secreto de Lauren para hacer que su porche se parezca una habitación? "No te preocupes por lo es de interior o de exterior", dice. "Nuestro aparador chippy es ideal para guardar las herramientas de jardín y como espacio de trabajos de jardinería".
A Lauren le gusta quitarse botas (generalmente enfangadas) en el banco azul de segunda mano de la familia después de trabajar en el patio.
"Las noches en el porche siempre son mejores con una taza de té", dice Lauren, con su familia. "¡Eso, y Johnny Cash, acompañado por el tarareo de Chad!"
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