Cuando una pareja se acercó a Mizuishi Architects Atelier con una propiedad triangular en Japón, ubicada entre un río y la carretera, y el sueño de construir un hogar donde pudieran vivir con su hijo, el diseñador Kota Mizuishi supo que tendría que ser muy creativo. ¿Los resultados? Una casa de 55 metros cuadrados que parece minúscula en el exterior pero asombrosamente espaciosa en el interior.
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La casa posee grandes ventanales que permiten entrar la luz natural.
Estrecha y espaciosa a la vez
Un exterior estrecho y minúsculo que parece cambiar, por arte de magia, en un interior espacioso y agradable.
El segundo piso alberga la cocina/comedor y el salón.
La cocina está ubicada en una esquina lo que hace que parezca un espacio separado.
En el primer piso es donde podemos encontrar el dormitorio. Cuando la familia está en casa, el espacio se mantiene abierto.
Cuando algún invitado llama a la puerta, una suave cortina ofrece privacidad a los dueños y crea un espacio donde los aspectos más desordenados de la vida pueden quedar escondidos.
Simplemente subiendo un par de finas escaleras los invitados podrán sentirse como en casa.
Aunque la casa no tenga muchos metros este baño no tiene nada que envidiar.
También hay espacio para una zona de juegos donde su hijo pequeño pueda divertirse.
Cuando el sol se pone, las luces del interior crean una atmósfera de lo más acogedora.
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