Un ático tríplex minimalista en blanco luminoso
Junto al puerto de Palma, un ático en muy mal estado se ha reformado dando como resultado un hogar donde el blanco y las vistas son los grandes protagonistas.

Hoy, desde sus ventanas se divisa el castillo de Bellver, una de las pocas fortificaciones de planta circular gótica que queda en pie en Europa, pero, antes de ser rehabilitada, el pésimo estado en que se encontraba esta vivienda era el que atraía todas las miradas. Los encargados de llevar a cabo este cambio radical han sido María Martín K y Pablo Hernández, el dúo que compone el estudio utoo.cool, que explican que «los objetivos principales eran dotar de amplitud a los espacios, dar protagonismo a la luz del noroeste y potenciar las preciosas vistas».
Consiguieron lo que buscaban empleando el microcemento blanco, con el que han cubierto los suelos de toda la casa y las paredes de la cocina y los baños, creando un efecto de ciclorama entre ellos. Las pocas notas de color las podemos encontrar en el reducido mobiliario y en la madera de pino mallorquín con la que se han fabricado las puertas y los peldaños de la escalera de caracol que recorre todo este tríplex, repartido en comedor y cocina en la primera planta, un dormitorio con aseo en la segunda y un baño y un estudio multifuncional con terraza en la última.