D.R.
Àbag Arquitectura ha conseguido una excelente reforma de esta acogedora y práctica vivienda, un piso ubicado en Sarriá, Barcelona, de 79 metros cuadrados de superficie. Situada en un antiguo edificio de los años 60 y con una distribución demasiado compartimentada y nada lógica, el objetivo de Abel Pérez Gabucio con su intervención era ganar espacios fluidos y luminosos. En la reforma se descubrieron unas bovedillas catalanas que se han dejado a la vista, pintadas en blanco, para personalizar el espacio con un elemento arquitectónico de gran peso visual.
La distribución se organiza en dos zonas: la de día con el salón, comedor y la cocina, y la de noche con las habitaciones. La zona de día se organiza en una planta rectangular que une la fachada interior con la exterior. Aquí también se encuentra el acceso a la vivienda. La zona más privada se divide en un despacho, la habitación principal y la de invitados. La nueva distribución crea ambientes más luminosos, dando salida exterior a cada una de las habitaciones.
La decoración responde a un estilo ecléctico aunque se asoma el estilo mediterráneo con maderas cortadas a sierra en el dormitorio, piezas recicladas, toques industriales y algo de sabor escandinavo. Una mezcla de estilos que consigue un efecto final ligero y acogedor, debido al mix y al diseño de mobiliario a medida. Todo resulta muy neutro en tonalidades de base, aunque las texturas y notas en colores vivos rompen con cautela la neutralidad.
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A la vivienda se accede directamente a la zona de día. Aquí la iluminación se divide en dos: spotlights de pared a techo para iluminar las bovedillas pares y otro tipo de iluminación desde la cocina de pared a techo.
En el comedor, una mesa central y un banco que se convierte en mueble de apoyo para la televisión. Los radiadores son los originales de la vivienda, pintados en color gris.
Salón y comedor, la cocina al fondo
El pavimento es de madera, salvo en la terraza y en la cocina, todo instalado a 45 grados para darle más amplitud al proyecto.
En el techo, bovedillas vistas en blanco.
Aquí se aprecia la distribución del espacio con el estar cerca del ventanal, el comedor a continuación con una mesa, sillas y un banco corrido y al fondo la cocina.
Un piso de espacios continuos
Àbag Arquitectura ha redistribuido el espacio de este piso antiguo para darle un aire juvenil, fresco y contemporáneo con ambientes continuos y mobiliario que se mueve entre piezas de diseño, otras a medida y también recicladas.
La pared principal del salón
A continuación del banco del comedor, el mueble del televisor.
En la pared principal, frente al sofá, la bancada baja y un estante corrido en una pared en blanco.
El mobiliario fijo está diseñado por Abel Pérez Gabicio, de Àbag Arquitectura, como este banco lacado en poco abierto envejecido en blanco.
Sobre la mesa de comedor, dos platillos de hierro lacados en negro en forma de tulipa clásica, unidos con tubos de cobre.
Una barra delimita la cocina. Sobre ella, un par de lámparas de techo, modelo Bright Sprout, de Nordic Tales con portalámparas de madera.
Junto a la barra, una puerta que comunica con el aseo de cortesía.
La cocina está diseñada íntegramente por Àbag. En ella se mezclan materiales y formas como el pino, el cemento en forma de hexágono y lacados en bronce envejecido.
Puerta de acceso a la vivienda, en blanco con detalles en madera, un material que se repite en la casa en diferentes estancias.
Los propietarios necesitaban un lugar donde trabajar desde casa.
En el dormitorio principal la madera es protagonista con un cabecero realizado en pino barnizado y con apliques de pared a cada lado. Como mesilla, un módulo hexagonal en uno de los lados.
Con vestidor y baño incorporado
El dormitorio comunica con un vestidor de puertas recicladas de la propia vivienda. Dentro los módulos de almacén se organizan en dos frentes. El baño se encuentra al final del pasillo.
Otro rincón del dormitorio principal.
Con una amplia ducha a ras de suelo.
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