- Un piso decorado con estilo boho chic y tonos neutros.
- Un piso con terraza decorado con plantas y fibras naturales.
- Una casa victoriana en San Francisco decorada con estilo boho.
Aunque Oviedo es la capital de Asturias, Gijón es la ciudad más popular de la provincia, y no lo decimos porque la que escribe estas líneas sea de culo moyau (que también 😜), sino por algo tan sencillo como que ¡tiene playa! Y es que Gijón se ha convertido en el destino turístico por excelencia del verano. ¿A quién le extraña? El mar, la sidra, las fiestas de prau, los festivales de música... Todo ello hace que la ciudad sea una especie de paraíso en el norte, y es en Gijón donde se encuentra esta vivienda diseñada por la arquitecta e interiorista Ana Villamañan.
Se trata de un apartamento de obra nueva ubicado a pocos pasos del mar (vamos, una joyita). Sin embargo, la decoración –minimalista y de acabados depurados–, resultaba demasiado fría e impersonal. Los propietarios querían que su primera vivienda 'respirase' una estética boho chic, un estilo que, partiendo del bohemio, añade colores y texturas, buscando romper con las normas establecidas. Además, la vivienda contaba con un tesoro en forma de terraza, un amplio espacio que había que transformar, sí o sí, en un área chill out.
Para desarrollar el interiorismo, Ana Villamañan se decantó por materiales eco-friendly como la madera reciclada, el ratán o los tejidos de fibras naturales, tan presentes en el estilo boho chic. En cuanto a la gama cromática, para las zonas comunes eligió una paleta más atrevida que para el dormitorio.
Para dotar al proyecto de personalidad y cierto exotismo, se incorporaron recuerdos de viajes de los clientes.
El apartamento, a cinco minutos de la playa, tiene una de las paredes de color arena, haciendo un guiño a esta localización privilegiada.
La terraza, de amplias dimensiones, permitió la creación de dos ambientes: un espacio de comedor y otro de relax formado por un sofá de exterior y dos sillas colgantes que nos trasladan directamente a Bali. Entre los colores, destacan los tonos cálidos: desde el rosa nude hasta el burdeos, pasando por el terracota.
El toque vintage se añadió mediante el uso de enormes mesas de centro de barro, que conectan con los clásicos tiestos terracota. Para complementar el efecto, el tablero de la mesa de comedor está realizado en terrazo.
La vegetación también fue crucial en el proyecto, con plantas de origen tropical como el ave del paraíso y la costilla de Adán. Además, se añadieron pequeñas plantas aromáticas, a fin de construir un pequeño huerto urbano.
En el salón se apostó por una paleta atrevida, con toques de mostaza, granate, rosa palo o verde botella, que complementan a los beiges. Las cortinas de lino y los estores blancos, con jaspeado de color beige, combinan a la perfección con ellos. También encontramos lámparas de junco marino y latón en varios colores, y sillas de ratán y terciopelo verde botella. Una mezcla que dota de vida a esta zona.
En el dormitorio, la paleta cromática a base de beiges suaves, y textiles de lino en color teja, junto con la cama de madera, refuerzan el look apacible.
Para añadir un toque de calidez en el baño, Ana escogió muebles poco convencionales, fabricados en madera recuperada y con elementos tan singulares como la red de gallinero. El mueble del lavabo está diseñado a medida buscando un contraste drástico con la pulida encimera. Además, ciertos elementos en ratán y mimbre complementan el espacio, como los cestos y los espejos de fibras naturales. Un verdadero spa en el que disfrutar de un ambiente íntimo y de lujo.
Por si te interesan, estas son las marcas empleadas en el proyecto de interiorismo: Kave Home, Hannun, Tikamoon, botambi, KA International, Famaliving, La Capinteria2.0, Castro Seis Store, Vintastic Shop Misterwills e IKEA.
Proyecto e información: Cortesía de Ana Villamañan.