La interiorista Rocío Mos, de Mos Estudio, nos acaba de presentar su último proyecto de decoración. Se trata de una vivienda familiar de 120 metros cuadrados ubicada en Tres Cantos. Sus propietarios, una joven pareja con dos hijos pequeños, querían una casa con mucha luz, no recargada y, sobre todo, muy acogedora. Para cumplir sus deseos, Rocío se decantó por el estilo nórdico, con el blanco como base y con pequeños toques de color que alegran las estancias.
Un hogar diseñado a medida
Uno de los principales objetivos del proyecto consistió en crear una estantería a medida nada más entrar al salón, y diseñar una cristalera de hierro lacado en blanco con una estructura muy fina en la zona del comedor, para potenciar la sensación de amplitud y diferenciar bien los espacios.
El color blanco de la estantería adquiere la calidez necesaria a través de los estantes de madera.
El cerramiento acristalado que divide la cocina del comedor actúa como un pasaplatos muy funcional.
Dos estilos para dos hermanos
En las habitaciones de los niños, Mara y Santiago, el color se trabajó en las paredes. En la habitación de Mara se optó por un papel de tonos pasteles, y en la habitación de Santiago se utilizó un mural de Motif.
La cama con estructura de casita crea un ambiente de fantasía muy acorde al tipo de habitación.
Decorar con recuerdos
La fotografía situada sobre el cabecero en el dormitorio principal tiene un gran significado para los propietarios, por lo que toda la decoración se planteó a partir de este elemento, dando lugar a una habitación acogedora y sencilla.
En definitiva, el proyecto de interiorismo ha logrado darle a este piso familiar toda la luz y la alegría que precisaba. ¿Qué te ha parecido?
Proyecto e información: Cortesía de Rocío Mos.