La interiorista Olga Pogosyan decoró este apartamento para una joven pareja que se dejó guiar por su savoir faire y originalidad. Desde la entrada de la vivienda, los colores suaves envuelven las estancias, creando ambientes sosegados: beige, topo, rosa, nude... son algunos de los tonos que protagonizan el interiorismo.
El mobiliario, de diseño contemporáneo y a la vez mid-century, exhibe un carácter elegante que casa a la perfección con las molduras decorativas de techos y paredes. En estas últimas, la interiorista decidió apostar por unos murales pintados a mano con diseños florales en las zonas del recibidor y el salón.
Como ves, el mural del recibidor ilustra el cuerpo de una mujer rodeado de flores.
En el salón, el mural se vuelve más exótico a través de los tres pelícanos que lo protagonizan.
En cuanto a los materiales, destaca el uso del mármol y el latón y tejidos como el terciopelo. Todos ellos siguiendo una línea femenina y calmada.
La cocina cuenta con una isla central y tanto el suelo como los frentes son de mármol. También de mármol es el sobre de la mesa del comedor, con una estructura dorada que se asemeja a una joya, al igual que las sillas.
En el dormitorio de la pareja, Olga seleccionó un mural de unos labios para aportar un toque de sutil sensualidad a la pared del cabecero.
El baño se revistió con mármol negro, creando una estancia llena de contrastes y carácter.
En general, la apuesta es arriesgada y no apta para todos los públicos, pero el resultado, desde luego, no deja indiferente. ¿Qué te ha parecido a ti?
Proyecto e información: Cortesía de Olga Pogosyan.