Vivir en una casa con terraza en Madrid es todo un lujazo. Bueno, en realidad, es un privilegio en cualquier ciudad, pero en la capital suele hacer sol a menudo, y eso convierte las terrazas en espacios muy cotizados tanto en verano como en invierno (una mantita por encima, un buen café y adiós al frío ☃️).
La casa que hoy te mostramos está ubicada en la zona sur del Retiro, en una urbanización proyectada por Fernández de la Hoz con una edificación muy moderna y singular. En ella, las viviendas destacan por los grandes ventanales y las planchas de aluminio que reflejan la luz por todos los rincones.
Los propietarios —una pareja con dos niños—, querían darle gran protagonismo a la terraza, convirtiéndola en un espacio perfecto para relajarse, leer al aire libre o disfrutar de comidas y cenas en compañía de los suyos. Además, deseaban que la casa fuese cómoda, cálida y elegante, decorada con piezas de diseño, siguiendo la línea marcada por la urbanización. Y para lograr todo ello, confiaron el proyecto a la interiorista madrileña María Díaz Leguina.
Sin apenas cambios en la distribución
En cuanto a la distribución, la única zona que se modificó fue el recibidor, eliminando las puertas y el acceso a la cocina e instalando una puerta de hierro corredera para darle más amplitud y luminosidad a la entrada.
En el salón, la interiorista dispuso un gran sofá de Natuzzi en piel color gris muy confortable y un aparador de Lago, en roble y mármol, flanqueado por los altavoces de la nueva colección de Bangs & Olufsen.
A juego con el arte
En el comedor, se utilizaron las sillas que tenían los clientes, pero dándoles un nuevo look, cepillando la madera y con una tapicería nueva de Pepe Peñalver con motivos geométricos en la misma gama de colores de los cuadros.
Una terraza moderna y lista para el disfrute
Para transformar la terraza en el espacio outdoor soñado, se buscaron texturas agradables, alfombras, tonalidades alegres y el color blanco como elemento conductor. Destacan muebles como las mesas de Bivaq, las sillas de Isimar, el sofá de Gabar y la butaca de Teklassic, así como la combinación de cojines con formas geométricas y el azul y mostaza como protagonistas.
La cocina se abre a la terraza, por lo que goza de muchísima iluminación natural.
El dormitorio principal está presidido por un original papel pintado de Casamance. A su vez, el cabecero de la firma Lago, realizado en madera maciza de roble, acompaña a esta moderna cama que parece flotar en el aire.
Las habitaciones de los niños se ejecutaron con mobiliario a medida para optimizar el espacio de trabajo y descanso, y se escogió un papel pintado para cada uno en los tonos y colores que más les apetecía a ellos.
El pequeño habitante de este dormitorio parece ser un apasionado de los barcos, ¿soñará con convertirse en marinero algún día? ¡Eso parece!
A través del papel pintado con motivos botánicos, este baño nos transporta a un entorno selvático.
Como ves, un buen uso del papel pintado y una acertada selección de mobiliario, acompañados de una gama cromática acorde, pueden obrar milagros en el interiorismo de cualquier vivienda. ¿Te has quedado con ganas de ver más casas?
Proyecto e información: Cortesía de María Díaz Leguina.