Aunque nacieron en los años setenta, las viviendas tipo loft siguen protagonizando a día de hoy el interiorismo de un sinfín de hogares. Se trata, sobre todo, de gente joven que adora los espacios abiertos y fluidos, como el propietario de este loft ubicado en Moscú. El proyecto de interiorismo, realizado por Anastasia Ufimtseva, se centró en enfatizar la individualidad y el carácter masculino de los espacios, poniendo especial atención a la funcionalidad de los mismos.
La interiorista optó por un esquema de color tranquilo, dominado por el mix black&white, que adquiere volumen a través de los materiales y las texturas.
El propietario deseaba que el loft reflejase una estética nostálgica, algo que se consiguió a través de elementos como el ladrillo visto, el hormigón y la madera en bruto, materiales que conciben texturas rugosas.
En cuanto a la distribución, el dormitorio principal se separó en dos ambientes mediante un cerramiento acristalado. De este modo, una zona se dedica al trabajo, y la otra al descanso. ¡Ideal para la era del teletrabajo!
En el baño, los azulejos en blanco y negro juegan con la geometría concibiendo un espacio divertido e informal.
Las zonas comunes se separan del resto de la vivienda a través de unas puertas estilo granero con perfilería negra metálica y cristales translúcidos.
Uno de los detalles más originales del loft se encuentra en el baño de invitados, decorado con un estilo urbano que recuerda a los graffitis de Banksy. Los azulejos son obra de la marca española Peronda (alucina, ¡en un loft de Moscú!).
La habitación juvenil es la única que difiere del resto del loft en cuanto a gama cromática, ya que aquí se han empleado tonos un poco más cálidos, como el verde o el naranja. La cama se sitúa junto a la ventana en una estructura que parece flotar y que incluye espacio de almacenaje.
Proyecto e información: Anastasiya Ufimtseva. Estilista: Julia Chebotar.