El centro de Pamplona resulta aún más cautivador desde que hemos conocido este pisazo decorado por la interiorista Jaione Elizalde. Se trata de una vivienda propiedad de una familia con cuatro niños, situada en uno de esos edificios antiguos que tanto nos gustan, con techos altos, balcones, una terraza de ensueño desde la que se puede respirar la historia, y un sinfín de posibilidades decorativas que se han aprovechado de forma sobresaliente. El estilo, entre el nórdico y el vintage, crea un ambiente ensoñador en toda la casa, que se ve reforzado por la amplitud y la iluminación.
El piso se distribuye en recibidor, salón-comedor, cocina con office, tres dormitorios, un aseo, dos baños y una pequeña terraza.
Durante la reforma, llevada a cabo por IZ4, se incorporaron elementos nuevos sin perder la esencia del edificio, colocando carpintería exterior de madera, contraventanas interiores, puertas interiores con molduras, manillas de porcelana, rodapiés de 20 cm, radiadores de hierro fundido, suelo en espiga, techos altos y elementos con detalles dorados que ya marcaban la estética de la vivienda aun sin estar amueblada.
Las premisas de los propietarios eran claras: querían una mesa de comedor con capacidad para diez personas y un sofá grande. Además, la decoración debía estar protagonizada por elementos actuales de líneas rectas y sencillas que combinaran bien con la estética general.
Distribución de la vivienda
Entrando a la vivienda nos encontramos a mano derecha con un pequeño aseo que marcará el estilo rabiosamente vintage del resto de baños.
Continuamos y entramos al gran salón. A mano derecha se sitúa una consola en madera y metal, con un espejo redondo con perfil negro. Sobre esta, una lámpara de mesa con pie de mármol blanco de Kave Home y accesorios de Zara Home y Maisons du Monde.
El salón se ubica a nuestra derecha, amueblado con un gran sofá esquinero de la firma KOO, en tela blanca y con cojines de Zara Home. Sobre la alfombra de KP antimanchas, dos mesas tipo nido con estructura metálica, y como mesa auxiliar un tronco de madera.
También destaca en esta estancia una escultura en fibra de vidrio de la serie Valentina, de la artista Maite Canto, de tamaño natural y en color negro, que representa a una madre protegiendo a su hija.
En la zona del comedor se dispone una gran mesa de casi tres metros de largo, realizada en madera con corte árbol irregular sobre una base de metal lacado negro, con diez sillas tapizadas en tonos beige con estructura de madera natural, y dos lámparas de techo en rejilla de metal. Decorando la pared, dos grandes cuadros en negro y blanco.
Desde esta área accedemos a la pequeña terraza, que ofrece unas vistas maravillosas del exterior.
Frente al salón se sitúa la entrada mediante dos puertas acristaladas a la cocina, protagonizada por las baldosas hexagonales del suelo con dibujos geométricos en color verde. Preciosa forma de separar los ambientes.
La cocina, con puertas blancas y encimera de madera, mantiene una estética vintage y tiene una pequeña zona de office, en la que colocó una mesa redonda blanca de IKEA y cuatro sillas de Sklum en tonos marrones.
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A través de un largo pasillo con paredes blancas y parquet en espiga llegamos a las habitaciones.
La suite principal cuenta con dos grandes armarios empotrados en color blanco. La decoración es muy neutra, con acentos tostados y verdes que provienen de los textiles de Maisons du Monde y Zara Home.
El cabecero de la cama tapizado en tonos tostados es de Casual. A su lado, dos mesillas de color topo sobre las que se apoyan dos flexos dorados. Para potenciar la funcionalidad del espacio, también se añadió una zona de trabajo, con una mesa en madera natural y estructura metálica de líneas rectas y espíritu industrial. El escritorio se completó con una lámpara de mesa de Zara Home y una butaca de Kave Home tapizada en gris.
El baño de la suite es una réplica del aseo. Para el suelo se eligieron unas baldosas hexagonales en color gris con topos blancos. La lámpara de techo de corte mid-century y el aplique sobre el espejo ponen el toque gold.
Siguiendo el pasillo se sitúan las dos habitaciones infantiles, la primera para los más pequeños, con una litera de Kenay Home, textiles de Zara Home en tonos azules y mostazas, y elementos como un puf o una pequeña zona de juegos de IKEA. En la pared, tres cabezas de fieltro de animales de Sklum.
El cuarto de baño común para las dos habitaciones, destaca por su cerámica hexagonal con estrellas de color azul y blanco. Si te fijas, el aplique de espejo es el mismo que el del baño de la suite, pero en color turquesa.
La última habitación está destinada a los dos adolescentes de la casa. Dispone de una litera de Muebles Lufe y textiles en tonos azules y corales de Zara Home, además de una zona de trabajo para ellos, con elementos de IKEA. Decorando la pared, láminas de ciudades en diferentes colores.
¿Verdad que es el piso en el que querrías vivir junto a tu familia? 😊
Proyecto e información: Cortesía de Jaione Elizalde.