Portugal tiene rincones de ensueño, y uno de ellos es Comporta. Allí se encuentra este fabuloso alojamiento a salvo de miradas indiscretas. Diseñado y decorado por su propietario, Carlos López-Ratón, está situado en la Reserva natural del Estuario del Sado, en medio de los arrozales y a cinco minutos caminando de la playa de Pego. Un entorno cuanto menos paradisiaco.
La construcción se compone por tres cabañas con un total de 400 metros cuadrados, rodeados de olivos centenarios, pinos y alcornoques, además de vegetación local como lavanda, romero o penisetos.
La arquitectura ha respetado la construcción de las antiguas cabañas de pescadores.
Como ves, todo en este alojamiento está enfocado al relax más absoluto de los huéspedes, un lugar ideal para disfrutar de unas merecidas vacaciones en cualquier época del año, ajenos al estrés urbanita.
La casa está decorada con un estilo clásico, pero con las comodidades de una vivienda moderna, algo que queda reflejado en su piscina de más de 18 metros, diseñada por el propietario para respetar al máximo la vegetación de la zona.
La decoración cuenta con piezas de Gervasoni, Unopiu, Mestizo, Glatz o Gloster, así como piezas de anticuarios internacionales y anticuarios locales. También exhibe obras de arte de Onieva, Bobadilla, Canudo o Anne Westerlund.
Como no podía ser de otro modo, todas las estancias de la planta baja están conectadas con el exterior, generando una sensación de armonía y libertad.
En la primera planta hay un coqueto salón enfocado como zona de entretenimiento, con el techo a dos aguas y vigas de madera vistas.
La cabaña cuenta con un montón de dormitorios, así que el alojamiento también es perfecto para escapadas familiares o con grupos de amigos.
Qué nos dices, ¿pasarás tus próximas vacaciones en este alojamiento de película?
Información: Cortesía de Cabana Lavanda Comporta.