Si te dieran la oportunidad de reformar dos apartamentos de un edificio en el centro de París para transformarlos en un único y amplio piso, ¿qué dirías? Vale, calma, puedes ir deshaciendo las maletas, ¡que la respuesta nos ha quedado clara! Y es que, sin duda, se trata de una experiencia digna de película romántica.
En este caso, los protagonistas son una joven pareja con un hijo pequeño, quienes decidieron llevar a cabo una reforma integral en los dos apartamentos de la última planta para construir un hogar único en todos los sentidos. El estudio de interiorismo de Space Factory, fue el encargado de hacer del ático un espacio de diversión y desconexión, con mucho colorido, luz natural por doquier y un espíritu 100% moderno que podemos apreciar en el diseño de todas las estancias.
Para ganar toda la luminosidad que se requería, los interioristas abrieron varios tragaluces en los techos, y pintaron de blanco las paredes.
Los materiales se eligieron para crear un delicado contraste, con baldosas de terracota rosa palo que realzan el azul verdoso de la cocina, mármol de Carrara que rompe con el efecto del ladrillo visto y espejos que reflejan la pizarra de los tejados circundantes.
El comedor es una de las estancias más originales, inspirado en los dinners estadounidenses. En la mesa, el marco de latón nos traslada a los años 50, mientras los bancos tapizados en terciopelo azul le dan un toque trés chic (que para eso estamos en París). Todo ello, hasta el papel pintado, se realizó a medida.
El baño está "enjaulado" detrás de un dosel de metal blanco, y goza de mucha luminosidad gracias a la presencia del patio y del pasillo central.
Otra de las claves del interiorismo es el almacenaje, dispuesto en múltiples estanterías de obra y armarios a lo largo de toda la vivienda.
El dormitorio infantil se diseñó con doble altura y un estilo nórdico con la madera como principal protagonista.
¿Qué te parece el mix? ¡A nosotros nos requetechifla! 😍
Proyecto e información: Cortesía de Space Factory.