Los 236 m2 de este piso familiar ubicado en São Paulo, nos transportan de lleno a un bosque en medio del caos urbanita. La propietaria, una joven que vive con su hija de cinco años, contrató a la arquitecta Vivi Cirello para que hiciera de su hogar un lugar rebosante de vegetación y, sobre todo, acogedor, colorido y elegante.
Inspirándose en la iluminación y ventilación natural, Vivi realizó un proyecto de interiorismo con un diseño y unos colores de mobiliario que transmiten ligereza.
Uno de los elementos más destacados de la decoración es el aparador rosa que se extiende desde el comedor hasta la chimenea del salón, y que combina con el resto de piezas de madera y tonos claros.
El diseño contemporáneo de la vivienda se fusiona con la fuerte presencia de vegetación, especialmente en las terrazas, que ya habían sido integradas por el antiguo propietario, donde se colocaron grandes jarrones con diferentes especies.
En la entrada se construyó una repisa y se colocaron algunas plantas en macetas alineadas con una viga que en origen dividía las habitaciones, para crear la sensación de fluidez que domina a lo largo del proyecto.
En las zonas comunes, el salón gana un toque de modernidad gracias a los muebles que evocan sofisticación, aderezados por el sofá tapizado en color vino.
Debido a que la familia también convive con un perro y un gato, Vivi eligió con cuidado las telas y alfombras que decorarían el piso, siempre teniendo como referencia la personalidad de sus habitantes.
En la zona de noche, la habitación infantil se concibió como una mezcla de ludoteca, sala de estudio y cine en casa con una exquisita combinación de rosa, cereza y verde agua, y con un papel pintado beige.
Un ambiente alegre y colorido para estudiar y jugar.
Para el dormitorio principal, la propietaria quería algo tranquilo, así que la arquitecta pensó en un diseño ligero con colores limpios, desde las mesitas de noche hasta la cómoda y el cabecero. ¿Qué te parece el resultado?
Proyecto e información: Cortesía de Vivi Cirello.