¿Te gusta la música indie? Seguro que has seguido la trayectoria de Carlos Sadness, antes conocido como Shinoflow. Dicen que es el artista español alternativo más internacional y con más oyentes mensuales en Spotify y followers en Instagram.
El compositor es un soñador que se escuda siempre tras su ukelele o guitarra y confirma que trabaja muy a gusto en la casa que acaba de estrenar en Barcelona.
Carlos Sadness tiene una mente inquieta y creativa, a la que da rienda suelta entre las paredes de su querida House Papaya, que debe el nombre a su tema Amor Papaya, una fruta que identifica al compositor y músico, tanto que sus seguidores siempre le etiquetan en redes sociales con el hashtag de esta especie exótica.
Esta vivienda está situada en la parte alta de Barcelona, una casa con vistas y a los pies del Tibidabo, un lugar que recorría de pequeño con sus padres y le trae buenos recuerdos.
Es una construcción rodeada por pinos con una fantástica panorámica sobre la Ciudad Condal, donde descansa y se reencuentra consigo mismo, entre gira y gira, y prepara sus nuevos trabajos, hasta ahora ha lanzado cuatro discos. El músico se reencuentra con su sentido estético con “las plantas, también en la parte pictórica de los cuadros”.
El interiorismo se ha centrado en el aprovechamiento de la luz natural para trabajar a gusto. En la optimización lumínica, tiene mucho que ver la distribución de la casa. Según Carlos Sadness, “era muy importante que gran parte de la casa tuviera luz, que respirase mucho a unas vistas, porque quería que tuviera ese punto inspirador de que mirada vaya mucho más allá de la casa, aunque estés trabajando”.
La paleta de colores se centra en tonos y materiales naturales, y tiene su razón de ser. Para Sadness, “esta gama cromática la imagino en las canciones y los videoclips, quizá de una manera más neutra para no vivir tampoco en un mundo de colorines”.
Para crear esta atmósfera, el músico ha elegido un proyecto de interiorismo de la firma Kave Home. La construcción es de los años 50-60, por eso al músico le gusta que el estilo decorativo “tenga una pincelada Mid Century en algunos muebles”, aunque le gusta combinar piezas que le gustan y encajen en el ambiente, “un poco más artísticas o de ese estilo de diseño antiguo, pero atemporal tipo Bauhaus”.
El comedor es un espacio versátil con una decoración ecléctica. El estilo nórdico es evidente con la elección de la mesa Koda, en 180 x 10 cm, y las sillas Runnie, en terciopelo verde y con patas doradas, de la firma Kave Home.
El compositor también lo utiliza como una zona de trabajo.
¿Cuál es la pieza favorita de Carlos Sadness? El aparador Delsie, de Kave Home, porque “es a la vez orgánico natural y de diseño, me gusta cómo juega con la luz”.
El músico necesita que su casa tenga personalidad y en sus redes nos muestra rincones inspiradores, como este espacio que comparte con su gato Pochito.
La decoración de la vivienda cuenta con recuerdos y souvenirs viajeros, porque “para que una casa sea mi hogar ha de tener cosas con las que me identifique y que formen parte de mí”.
La casa del músico tiene detalles deco muy top.
La iluminación exterior natural y las vistas desde esta vivienda convencieron para que el músico se mudara, porque “le doy mucha importancia a poder mirar más allá de tu casa, me sitúa en un escenario más allá de las cuatro paredes en las que compones con la imaginación”.
Carlos Sadness no puede vivir sin las “cosas que me traigo de los viajes, como algunas máscaras que tengo en el estudio, como vinilos de mi padres o cuadros que haya visto en el imaginario cuando era pequeño, como Rousseau o Hockney”.
Solo hace unas semanas que Carlos Sadness se mudó desde el Eixample hasta las faldas del Tibidabo, pero el músico lleva en el corazón cada casa y el skyline que le ha acompañado durante años y el confinamiento.