Hoy viajamos a Lugano, una pequeña ciudad a orillas de un lago glaciar homónimo que se encuentra en la frontera entre Italia y Suiza. Esta pequeña urbe de habla italiana tiene un carácter mediterráneo y un paisaje natural que impresiona, y es allí donde la diseñadora jefe del estudio Intemporary Design Studio, Alexandrine Lukach, llevó a cabo uno de sus últimos proyectos. ¿Los clientes? ¡Sus propios hijos! Lugano se había convertido en el hogar temporal de sus dos retoños, quienes se mudaron a la ciudad para terminar sus estudios.
Para que estuvieran lo más cómodos posible, sus padres les habían alquilado un apartamento sin amueblar, a excepción de la cocina. Al tratarse de dos estudiantes jóvenes preocupados por el consumo ético, decidieron que los muebles de la vivienda procederían de mercadillos y tiendas de segunda mano que recaudasen fondos benéficos con sus ventas. Así, en tan solo un par de semanas, el piso se equipó con lo mínimo necesario: dos camas, un sofá cama, una mesa, sillas de cocina y varias lámparas de techo.
Pero entonces llegó la pandemia, ¡y pilló a toda la familia en Lugano! Después de dos meses de confinamiento viviendo como adolescentes en cuerpos de adultos, tocó reconsiderar el diseño del apartamento, que pasó de ser un piso que alojaba a dos estudiantes que rara vez estaban en casa, a convertirse en un hogar para toda la familia por tiempo indefinido. No obstante, aunque necesitaban muebles, textiles, alfombras y dosis de arte, querían mantenerse fieles al concepto de comprar solo cosas antiguas. Sigue leyendo, ¡porque vas a alucinar!
Dicho y hecho, en los siguientes dos meses el apartamento se transformó en un espacio funcional y al mismo tiempo moderno gracias a la mezcla de muebles vintage europeos, rarezas del diseño y otros artículos de tiendas estándar.
Como los términos del contrato de arrendamiento no permitían cambiar el color y el material de las paredes y el suelo, el blanco siguió siendo la base de todo en el interior, que se revistió con una combinación gráfica de negro, blanco y numerosos tonos de madera para darle vidilla.
La profundidad y sensualidad del interior se logró mezclando y experimentando con texturas y tejidos.
Para llenar aún más el apartamento de objetos creativos e iluminar las paredes blancas y lisas, Alexandrine utilizó numerosas obras de artistas ucranianos.
''Todo aquí, por supuesto, tiene su propia historia. Pero lo más importante es cómo la combinación de arte y vintage, la paleta de colores suaves y la precisión en la elección de los detalles crean un interior en el que mi familia puede vivir felizmente incluso en las condiciones de incertidumbre global''.
Proyecto e información: Cortesía de Intemporary Design Studio.