El principio de esta historia es parecido al de muchas otras: un joven matrimonio en la flor de la vida, decide comprar una vivienda antigua de segunda mano en pleno centro de Vitoria-Gasteiz, sin embargo, el estado del piso no se adapta en absoluto a sus necesidades y requiere una reforma integral urgente. ¿Te suena? Pues sigue leyendo, ¡porque el resultado te va a sorprender!
El equipo de arquitectos e interioristas de Quefalamaria se encargó de hacer realidad los sueños inmobiliarios de la pareja protagonista: crear espacios comunes y abiertos para que fluyera la convivencia entre ambos, siempre pensando en la futura llegada de los hijos.
Como los tortolitos son amantes de la literatura, se decidió prescindir de un dormitorio para convertirlo en un estudio que comunicara con el salón. Al mismo tiempo, la cocina se unió a este espacio de convivencia, dando lugar a un único ambiente muy hogareño y acogedor, perfectamente adaptado a la vida moderna.
El área de la terraza se cerró para poder disfrutar de este espacio y su luz durante los 365 días del año. ¿No te parece una idea estupenda?
En lo que respecta a la gama cromática, el negro aporta un carácter atemporal, sofisticado y singular a la vivienda, sobre una base de tonos neutros y luminosos. Las notas de color se encuentran sobre todo en los muebles (el sofá verde, la butaca mostaza o el cabecero en color teja), salvo la pared del recibidor, pintada en un coqueto color rosa empolvado. ¡Mira qué bonito!
El dormitorio de la pareja es moderno, luminoso y elegante. La lámpara SINNERLIG de IKEA actúa como elemento que relaja la decoración e invita al descanso. Por otro lado, el cabecero tapizado en terciopelo de color rojo anaranjado remarca la sofisticación de esta zona.
Dos mesillas auxiliares con patas de metal y sobres de madera al natural, dispuestas a alturas diferentes, completan el look de la habitación.
Los baños se diseñaron con un estilo muy contemporáneo, digno de un tablero de Pinterest: suelos en forma de espiga, grifos negros y dorados, paredes verdes que se funden con el techo, madera dentro de la ducha con paredes de terrazo, y una bañera exenta como colofón.
El cuarto de la limpieza cuenta con todo lo necesario gracias a una distribución muy ingeniosa, con la lavadora y la secadora dispuestas una encima de la otra.
La habitación infantil se decoró siguiendo un estilo nórdico muy actual, con una cama con estructura de madera en forma de casita, muebles de madera y tonos muy cálidos y luminosos, como el contraste entre el blanco y el mostaza.
También destaca el papel pintado con motivos de hojas.
La cómoda es el modelo HEMNES de IKEA, con tiradores de piel marrón que le dan un toque boho superestiloso.
Otro detalle que nos encanta es el mini perchero de ratán con laterales de rejilla. ¡Vaya monada!
Proyecto e información: Cortesía de Quefalamaria.