LaiaUbia Studio trabaja a fondo la máxima “menos es más” para atrapar la esencia de cada trabajo. La interiorista catalana nos muestra su último proyecto: Escuelas Pías, una vivienda unifamiliar distribuida en dos plantas y con jardín.
En la intervención de la casa, que ha abarcado 120 m2, ha primado el respeto de las texturas y materiales originales. La escalera es el hilo conductor de la casa, las paredes de ladrillo visto y las vigas de madera recuerdan su origen y las antiguas puertas de la vivienda han encontrado una nueva ubicación.
Esta vivienda necesitaba potenciar al máximo la entrada de luz natural para permitir a la familia el ahorro energético. Se han diseñado lucernarios, en la cocina y en la escalera, para esquivar un gran gasto energético y permitir que la casa sea diáfana.
El interiorismo es minimalista, para no restar protagonismo a un espacio que rezuma autenticidad. En la sala de estar, dos mesas auxiliares, un pequeño aparador y un sofá blanco completan la decoración.
En la planta baja, se ha dispuesto una sala de estar, cocina, comedor, baño y estudio. El pavimento es de hormigón fratasado, tanto en el interior como en el exterior. El color blanco da mayor luminosidad a las zonas más oscuras de la vivienda y se optimiza la distribución del espacio con puertas correderas en el pasillo.
El diseño a medida de la cocina es una sabia elección de muebles lacados en blanco y en madera de roble natural. Sobre la encimera, se ha situado el fregadero, zona de trabajo y de cocinado.
Las opciones de almacenaje se multiplican en dos alturas para aprovechar una de las paredes laterales y lucir, en el otro lateral, el ladrillo visto de la vivienda original.
El cerramiento exterior da paso a un patio. En la terraza, hay una zona adaptada con espacio suficiente para poner en práctica distintas ideas con muebles de exterior —sofás, mesa de comedor y sillas— y también un pequeño jardín con plantas de hoja verde y flores.
El baño de la planta principal tiene una original pared de pizarra. Cuenta con una ducha enrasada, de Hidrobox; un sanitario suspendido, de Roca, y accesorios de la firma Cosmic.
Los techos de la primera planta cuentan con vigas y rastreles de madera con rasilla.
La segunda planta, se distribuye en una zona de noche, con baño completo, dormitorio principal, una habitación doble y un espacio multifuncional, que aprovecha el tragaluz de la escalera.
Este espacio abierto alberga un lavadero, con armarios a medida para ocultar la lavadora y la secadora, y un área de estudio. La malla de corrugado es una ingeniosa solución para hacer las veces de barandilla, permitir el acceso de luz a la mesa, incluso improvisado tendedero de prendas ligeras o pequeñas.
El dormitorio principal conserva las vigas de madera y está abierto hacia una terraza. Los armarios, con frentes en blanco, cubren al completo una de las paredes. El cabecero de la cama es de madera y la selección de los textiles para vestir la cama es en tonos tierra y naturales.
El pavimento es un parquet laminado, de Egger, con acabado de madera en tono natural.
En la habitación infantil, la doble altura del techo ofrece profundidad. El mobiliario se centra en lo esencial: una litera, con la parte inferior como zona de juegos; una alfombra redonda —en fibra natural—, una pequeña hamaca, una bolsa de papel para ordenar los juguetes y un lienzo para fomentar la creatividad del pequeño.
En el baño se ha elegido el suelo porcelánico Maps, en tono gris y medidas 120 x 60 cm, de la firma Cerim. En la bañera, se han utilizado azulejos hidráulicos hexagonales, de Mosaico del Sur. Todo el mobiliario se ha diseñado en madera y a medida y los grifos son de Tres Grifería.