Situada a las afueras de Barcelona, esta casa de campo con terraza dispone de un entorno privilegiado para disfrutar de la montaña y de unas vistas memorables al parque natural de Collserola, ubicado a 20 minutos de la ciudad.
El reto del proyecto fue sacar el máximo partido de los objetos y recuerdos que su propietario había traído de sus viajes a Magreb, para crear un lugar único.
Después de ordenar, arreglar y limpiar la casa, comenzó el proyecto de interiorismo. Un par de cojines de Calma House en el sofá, una lámpara de ratán en el recibidor, unas cortinas de color beige en cada habitación y varias alfombras de yute en cada estancia. También se vistieron las camas de los dormitorios con fundas de lino, un tejido que se adapta a cualquier estación del año sin problema.
Varias cestas y salvamanteles complementan el tamborín traído de Magreb.
Los objetivos del home staging eran claros: enseñar el potencial de cada espacio creando ambientes diferentes.
El equipo de interioristas aplicó la técnica del garden staging para redistribuir los espacios exteriores. En la zona de chill out crearon un sofá de palets que pintaron de blanco y vistieron con textiles grises y cojines de yute.
Además del área de comedor, la hamaca y una zona de lectura completan esta casa desde la que se pueden contemplar espectaculares puestas de sol.
Proyecto e información: Cortesía de Sébastien Robert.