¿Te imaginas una vivir rodeado entre jaras y encinas? La Casa de campo LS una finca tiene treinta hectáreas y ha necesitado una intervención integral, así que el proyecto del estudio Abatón aborda arquitectura, interiorismo, paisajismo y construcción. Es el lugar perfecto para un reseteo, solo hay que imaginarse estar sentado en este banco de teca.
La sostenibilidad de la vivienda, que ocupa 600 m2, se ha aplicado con la recuperación de los muros de piedra, con un grosor de 70 cm, un aval para mantener la eficiencia energética de la casa, al ser uno de los mejores aislantes térmicos del planeta; tanto en invierno como en verano. Este porche es perfecto, con solado en caliza, un remanso de paz orientado para aprovechar el entretiempo.
El respeto por la naturaleza y por la luz natural es clave para distribuir el espacio interior en tres plantas, con dos accesos desde el exterior. La planta baja es un espacio diáfano, que se divide con puertas correderas, según las necesidades.
El mobiliario y la decoración es la escultura de esta casa con piezas muy top. El salón cuenta con chimenea y una fantástica estantería de diseño, que se deja entrever a través de las escaleras, en chapa, que dan acceso a los dormitorios.
La cocina está pavimentada en madera, como el resto de la planta. La zona de cocción está inundada por la iluminación natural y el comedor acoge a seis personas, en una mesa extensible con sillas plegables, de Jonas Forsman. La lámpara es un diseño de Poul Henningsen.
Se convierte en una zona sin barreras que une la cocina, el salón y el comedor
También incorpora una zona de lectura con exclusivas piezas de diseño, como la mesa auxiliar, de Jean Prouvé; la lámpara, de Gae Aulenti, o las butacas gemelas, con estructura de madera, de Hans J. Wegner.
La naturaleza se cuela en cada rincón de la casa vivienda. La ventana de la cocina nos muestra un bonito encinar, mientras que en el salón se abre hacia una zona de sotobosque, en la que domina un gigantesco árbol, capaz de proyectar la mejor sombra para almorzar en esta mesa de teca, con sillas metálicas.
Los huecos de los muros se han habilitado para disfrutar del confort de la casa, pero también como miradores exquisitos para admirar el impresionante paisaje que rodea toda la casa. Este rincón es un ejemplo perfecto de sobriedad, tan solo decorado con una alfombra, en cáñamo, de Batavia; la butaca, que diseñó Edward Van Vliet, disponible en Moroso, y la lámpara Cesta, de Miguel Milá, a la venta en Santa & Cole.
En la segunda planta, nos encontramos con un dormitorio de ensueño, en un blanco impoluto. Tiene muebles a medida, una preciosa bañera encastrada, junto a la cama, y unas escaleritas, en madera, que dan acceso a un despacho.
El baño, con techo laminado en blanco, es muy funcional para que lo puedan utilizar dos personas al mismo tiempo.
Y también una ducha muy original, ideal para compartir.
Más información: Ábaton.