Escaparse a Madrid siempre es un buen plan, sobre todo si tienes la oportunidad de alojarte en este pisazo ubicado en una de las cuatro esquinas de la Plaza de Colón. La vivienda se encuentra en la última planta de un edificio de los años 50, diseñado por el arquitecto Gutiérrez Soto enfrente de la Biblioteca Nacional. Consta de 5 dormitorios y 5 baños, una espaciosa terraza con el mobiliario original de la casa, más una cocina office con todo lo necesario.
El proyecto de interiorismo, realizado por el Estudio La Casa de Mi Amiga, consiguió darle vida y grandes dosis de estilo a esta casa que contaba con suelos de tarima de madera originales y restaurados, y armarios blancos con molduras estilo afrancesado. La primera intervención fue la terraza, querían mantener el mobiliario de hierro original de la época, pero actualizar el estilo, así que optaron por cambiar el suelo porcelánico por una tarima en madera, y plantar olivos y madroños en un intento por traer el campo a la ciudad.
El siguiente paso consistió en destacar la zona del recibidor, que se decoró con un papel pintado de inspiración japonesa, de Casadeco, y un aparador de estilo post-industrial para darle ese toque de modernidad que la vivienda necesitaba.
La calidez del salón la aportan los textiles y la iluminación.
Se eligió luz indirecta con lámparas de sobremesa y un foco de pie, una alfombra de Kilombo Rugs que recoge todo el espacio de descanso y unas mantas, de La Real Lana y Ezcaray.
En el comedor, se decantaron por una mesa de Bo Concept extensible, sillas y alfombra de chenilla de la firma Vical Home.
El planteamiento del proyecto era darle a cada dormitorio un estilo y personalidad totalmente diferente, se trataba de que no hubiera rivalidad entre los huéspedes a la hora de escoger habitación.
El primer dormitorio se decoró en azul cobalto, aprovechando la luminosidad natural.
El cabecero se realizó a medida por tapicerías Antonio García, y se añadieron unos apliques diseñados por Enrique Bravo.
Para este dormitorio, las interioristas se inspiraron en la calle Imperial, con sus tiendas de toda la vida de arpilleras, telas y visillos de todo tipo.
Allí encontraron esta tela de algodón de estilo vascofrancés, y decidieron encargar a su tapicero dos cabeceros a medida, dos mesillas de madera de El Corte Inglés y unas lámparas diseño EBC en lino rojo con pies en bronce.
Este dormitorio en suite se vistió con mucho glamour empleando un papel pintado de la firma belga Khroma, de la colección Oxygen, con unas hojas de acanto en color dorado y unas mesillas estilo Hollywood años 40, de Vical Home.
El antiguo despacho se convirtió en un cuarto de invitados con cama queen o singles según las necesidades, gracias a este diseño de cabecero a medida, tapizado en terciopelo de color oro.
Para el quinto dormitorio, dedicado a los más pequeños, eligieron un color verde intenso en la pared a juego con los textiles de Zara Home Kids, un suelo nuevo laminado en blanco y dos literas en madera DM lacada en blanco, de Kibuc.
El resultado es una vivienda de alquiler turístico que resulta muy acogedora sin olvidar ese puntito de exclusividad y lujo en cada rincón, sin caer en excesos.
Proyecto de interiorismo: Estudio La Casa de Mi Amiga. Propietario: Heima Homes.