Moderno, elegante y súper personal. Este piso con terraza es un ejercicio de buen gusto. Su propietaria -una apasionada seguidora de las tendencias decorativas- ha sabido darle un toque muy suyo, dejándose asesorar para conseguir el mejor resultado por la interiorista María López Montero, que ha aportado su experiencia en muchos aspectos de la casa.
Para empezar, la vivienda se adquirió sobre plano y había algunos acabados que a la dueña no acababan de gustarle. Por ejemplo, el suelo de cerámica, que fue sustituido por uno más cálido de tarima. También los azulejos de la cocina y el baño -bastante anodinos- se cambiaron por modelos mucho más actuales, combinando tonalidades y formatos diferentes en el cuarto de baño, para delimitar la zona del lavabo y la de la ducha, consiguiendo un magnífico contraste. En cuanto a la decoración, el piso tiene una estética llena de soluciones trendy.
Una de las características que lo hacen tan especial es la mezcla de muebles antiguos, heredados por la propietaria de su familia, con otros actuales y con algunas conocidas piezas de diseño contemporáneo. La simbiosis de épocas y estilos es uno de los rasgos diferenciales.Otro de los puntos fuertes es el empleo del color y de los textiles. Blanco, negro, grises, madera... son comodines cromáticos que funcionan. Se avivan con pinceladas de turquesa, naranjas, amarillos y por los estampados de cojines que combinan formatos horizontales y verticales, de plaids y de mantas... Los interiores destilan optimismo y luz. ¿Se puede pedir más?
En el salón, con salida a la terraza, centran la atención las mesas-cubo de espejo, piezas de herencia.
Muebles antiguos y modernos se mezclan en el comedor.
Rodean la mesa de comedor, heredada (como los espejos), diferentes asientos: las sillas Plastic, de Eames, y transparente Louis Ghost, de Philippe Starck para Kartell; el taburete es de Zara Home.
En el dormitorio, los colores llenan la estancia de alegría: el cabecero se destacó con pintura gris plomo, y en contraste, el cuadro de Javier Ayuso.
Las baldas de arriba sirven para ordenar libros y la de abajo se prolongó en forma de "L" y hace así las veces de mesita auxiliar.
El color gris se usó en el baño, al igual que en el dormitorio
En el cuarto de baño un espejo ocupa el ancho de la pared sobre el lavabo, que anima un jarrón.
Listelos oscuros revisten el interior de la cabina y el plato de ducha, de obra. Las piezas cuadradas en gris claro se han utilizado para el resto del baño.
Plano de la vivienda
Todas los espacios de la casa dan a la terraza, y esta es una de sus grandes ventajas. La cocina, muy alargada, tiene un buen desahogo con esa salida al exterior. Además, no existen casi pasillos, por lo que hay un óptimo aprovechamiento.
Realización: C. Rodríguez Goitia.