Tras un viaje a Japón, el propietario de esta vivienda unifamiliar en el concejo alavés de Durana, quedó fascinado con el concepto de Ichigo-Ichie o ''una vez, una oportunidad''. La filosofía oriental y su manera de entender la vida, disfrutando de cada persona, día y momento como algo único, le cautivaron de tal modo que quiso trasladarlas al diseño de su hogar.
La casa tenía muchos metros pero resultaba fría y poco funcional, ya que la distribución estaba mal planteada. No obstante, el potencial era enorme: contaba con grandes ventanales al jardín, una buena orientación y unos espacios amplios.
La misión del equipo de Wood Estudio Interiorismo consistió en convertirla en un ambiente sereno y tranquilo, partiendo de materiales naturales y cálidos sin renunciar a un toque moderno, dándole a cada espacio la esencia de su función.
Para ello, redistribuyeron el espacio adaptándose a las necesidades del cliente, hicieron un estudio de iluminación muy cuidado, domotizaron parte de la casa, cambiaron todo el suelo de la vivienda por una tarima de roble de gran formato y, como broche de oro, diseñaron varios muebles a medida. Además, le ayudaron a seleccionar el resto del mobiliario.
El salón se concibió como un espacio abierto con mucha luz, amplio pero íntimo y cálido a la vez, perfecto para disfrutar de encuentros con familia y amigos, de charlas y largas sobremesas, de descanso para el cuerpo y el espíritu.
Esta área de la vivienda tenía unos ventanales de techo a suelo que marcaron la elección de la zona como salón. Una celosía de madera diferenció las estancias:
- Una zona de comedor con una gran mesa y espacio para disfrutar de cada reunión, con unas vistas privilegiadas al jardín y piscina.
- Un gran mueble a medida para alojar la televisión, con almacenaje y estantería incorporada.
- Un sofá amplio que permitiera pasar tiempo de descanso y ocio con todas las comodidades.
- Una chimenea para dar calidez a la zona: se optó por un modelo eléctrico de vapor de agua con una simulación perfecta del fuego, haciéndolo casi real gracias al efecto humo del agua y a la más avanzada tecnología LED.
El dormitorio tenía que ser un espacio dedicado al reposo sin más aderezo, el lugar en el que el cuerpo supiera que podía dejar atrás cualquier preocupación.
De este modo, se eligió un papel con motivos florales orientales en rosas, malvas, grises y granates para potenciar el descanso. El armario se realizó a medida con un frente de madera en zigzag, y se puso especial atención a la iluminación.
El baño era la zona más importante para el propietario. Inspirado por los spas japoneses, quería trasladar ese ambiente de calma a su baño.
La reforma incluyó la actualización de todos los revestimientos. Además, se trabajó sobre una paleta de colores relacionados con la naturaleza por el significado y la fuerza que esta tiene en Japón.
Destacan los lavabos de piedra natural y el mosaico de madera con el que se revistió una de las paredes.
Para decorar otra de las paredes se eligió un papel con aire oriental inspirado en el bambú, ubicado junto a una bañera exenta. Por último, se instaló un separador visual entre baño e inodoro para zonificar los espacios.
Proyecto e información: Cortesía de Wood Estudio Interiorismo.