¿Te imaginas la paz que sentirías si vivieras en una cabaña frente a un lago? Este cottage ubicado en Lanaudière, Canada, había pertenecido durante 40 años a la familia de los propietarios, y ahora, ellos tomarían el relevo.
Construida sobre una colina rocosa que se adentra en el lago, la cabaña necesitaba una reforma integral para convertirse en un espacio abierto, fluido y luminoso que aprovechara al máximo las hermosas vistas circundantes.
La proximidad a la orilla llevó a los arquitectos a planificar la extensión en la parte superior, olvidando los laterales. A nivel del suelo, solo se añadió un porche con mosquitera, pero en lugar de adaptarse a la antigua construcción, el proyecto dejó que los viejos elementos y los nuevos fueran claramente visibles.
El porche instalado en el lado sur, y dotado de dos lucernarios discretamente insertados en la estructura, es un lugar estupendo para disfrutar del aire libre en un espacio bañado por la luz natural que se refleja en el agua.
Contraste y continuidad. Este tema es importante en el diseño de la casa, ya que se trata del encuentro de dos eras: la cabaña de troncos original y la adición contemporánea. La cabaña original es rústica, de piedra y troncos con techo inclinado y amplios voladizos. El agregado es un volumen limpio y monolítico, cuyo material (madera) y color se hacen eco de los de la cabaña original.
Por otro lado, en ambas construcciones encontramos cierta mezcla de estilos, con elementos modernos como las ventanas inclinadas, características del período entre los años 50 y 70. En el interior, esta convivencia de estilos y épocas también está presente. La antigua chimenea de piedra maciza, situada en el centro de la estancia, ha sido restaurada y ahora luce desde cualquier parte.
La nueva escalera es ligera y minimalista.
Materialidad. La vieja cabaña está hecha de troncos y se asienta sobre una base de piedra. Esta última, anclada en el casquete rocoso con el que está construido el solar, ayuda a integrar la cabaña en su entorno natural.
En el interior de la vivienda también se utilizan piedra y madera maciza, tono sobre tono. Las otras superficies son principalmente blancas, maximizando así la luz y resaltando los colores de la naturaleza circundante.
Luz y vistas. Al añadir una nueva planta a la cabaña original, las vistas al lago se potenciaron y se creó una apertura al cielo que no existía en la planta baja. Este puesto de observación estratégico se ha cedido al dormitorio principal. Desde su cama, ahora los propietarios pueden contemplar los hermosos y altos pinos, así como el lago y el cielo nocturno estrellado.
A su vez, este añadido también sirve para iluminar la planta baja. A través de una gran abertura vertical en el lado este, la luz de la mañana accede al interior y se filtra hacia el nivel inferior a través del suelo de la pasarela de vidrio translúcido. Otra amplia ventana en la parte superior de las escaleras, actúa como un tragaluz mientras permite vislumbrar el cielo a medida que suben los escalones.
Proyecto e información: Paul Bernier Architecte.