Si te pasas el día en Instagram, seguro que sigues las aventuras de Verónica Díaz, Javier Castillo y sus dos hijos, o lo que es lo mismo, la Familia Coquetes.
Ella, influencer de moda y creadora del conocido canal de YouTube, JustCoco, que ronda el millón de suscriptores y que le ha llevado a escribir el libro Cientos de miles de millones de sonrisas. Él, un exitoso escritor que hace cuatro años decidió abandonar su profesión de Consultor de Finanzas para apostar por su sueño literario, hecho realidad gracias a El día que se perdió la cordura.
Además de saborear las mieles del éxito en sus profesiones, juntos han creado la cuenta @familiacoquetesoficial, donde comparten su día a día en familia.
Para llevar a cabo la construcción de su nueva casa en Málaga, los Coquetes tenían muy claro que querían contar con materiales de la mejor calidad. Además de pasar tiempo en familia, la pareja adora recibir invitados y disfrutar de un buen rato rodeados de amigos. Por esa razón, buscaban un espacio polivalente donde trabajar, descansar y jugar en la zona de la cocina, el corazón de la casa.
Un espacio práctico, higiénico y seguro. Con dos niños, Verónica y Javier querían un estilo de diseño apto para los más pequeños y al mismo tiempo, atractivo y acogedor estéticamente. ¡Y vaya si lo consiguieron!
La pareja decidió construir un espacio que conectara con la cocina, el salón y el comedor; así como una zona amplia donde los invitados pudieran sentarse o los niños jugar, mientras Verónica y Javier participan en la diversión al tiempo que cocinan en un ambiente estiloso, moderno y diáfano.
Para ello, la cocina se dividió en tres secciones: un área para la colada y el almacenaje, una para cocinar y sentarse a comer, y otra para socializar en un ambiente distendido, más conocido como el ''rincón del café''.
La pareja buscaba productos compatibles con su visión de la cocina como un espacio social, pero a la vez cargados de carácter y personalidad. Esto era especialmente importante a la hora de elegir las superficies de la cocina.
''Queríamos lograr una apariencia de piedra natural en la cocina, pero sin las limitaciones y el mantenimiento que precisan estos materiales. Con dos niños pequeños, también necesitábamos usar materiales seguros y de bajo riesgo, que pudieran limpiarse fácilmente y mantener niveles elevados de higiene. Neolith ofrece una solución 360°'', comenta Javier.
Calacatta Silk, uno de los modelos más populares de Neolith, fue el elegido para las principales encimeras de la cocina, incluida la impresionante isla central. En ella, el material está aplicado sin juntas, tanto en la parte superior como en los laterales a modo de cascada, convirtiéndola en la protagonista del espacio y combinando a la perfección con el mobiliario en tonos blancos y rosa arena.