"De lo que estoy más orgullosa en esta casa es de haberla inundado de luz. Y de que Cristina y Óscar estén tan felices viviendo en ella”. Así comienza María Salazar esta entrevista. “En el proyecto estuve con ellos desde la búsqueda del hogar ideal para los cuatro —el matrimonio tiene dos hijos, Beatriz, de cinco años, y Álvaro, de tres— hasta la mudanza. Y con la ilusión de adquirir cada pieza especial para amueblarla”, añade. “Antes vivíamos en Valdebebas —comenta Cristina, la propietaria— aunque queríamos espacio y acercarnos un poco más a Madrid. Vimos varias por la zona, pero fue entrar en esta vivienda y supimos que era para nosotros. El tamaño, su distribución, los materiales, el estado general, ¡nos encantó!”. “La obra la ejecutó Nagar Proyectos, y no fue de las que te encuentras problemas sin parar. Aunque sí cambiamos la calefacción, que era muy antigua”, recuerda María.
“Me encanta el salón, sobre todo por las mañanas. ¡La luz que entra me fascina!” dice Cristina, la dueña.
“Los sofás son lisos para resaltar las butacas, cojines y detalles”, apunta la interiorista. “La lámpara dorada con forma de palmera —aclara Cristina, la propietaria— me la regaló Óscar, mi marido, el año pasado por mi cumpleaños. Es del estudio de María Salazar”.
"Quisimos dar casi todo el protagonismo a las butacas de nuestro estudio con un tejido en pata de gallo”, explica María Salazar.
La pasión arty se deja ver por toda la casa. “Yo colaboro desde su nacimiento con Helarea, una plataforma de emprendimiento que comercializa obras producidas por artistas españolas cuya carrera está despuntando a la velocidad del rayo”, nos cuenta Cristina.
“La entrada la diseñamos con un foseado retroiluminado, y empapelada con un diseño que se continúa en el armario del distribuidor. El papel pintado nos da mucha profundidad y crea la ilusión de que el techo es más alto”, explica la interiorista. En cuanto a la escultura, “habla de la soledad, por eso todo el espacio es para ella”.
El recibidor original era bastante oscuro. Para dotarlo de luz natural, se tiró la pared de la cocina y en su lugar se colocó una puerta de doble hoja con perfiles de hierro y frentes de vidrio decorados con rectángulos verticales. “Eran importantes para ganar altura visualmente”, explica María. Además, se abrió el vano del salón.
“Hicimos que la casa tuviese grandes entradas de luz norte y sur, y que pasara de ser oscura a brillante”, explica la interiorista.
“La cocina se diseñó con una península, cómoda para las comidas de una familia con niños pequeños. Me gusta mucho más comer que cocinar —dice Cristina—. Óscar cocina de cine. Todo lo que hace está buenísimo ¡y, además, le encanta! Así que yo me dejo querer…"
Madera y laca son los dos acabados que predominan en la cocina. ¿Quieres saber por qué? La madera de los muebles bajos hace más acogedor el ambiente, mientras que la laca blanca es la responsable de que el espacio tenga tanta luz natural. “La encimera es el modelo Blanco Zeus, de Silestone, para continuar con ese toque níveo. Paredes y suelos se revistieron con microcemento, blanco roto en los paramentos verticales y Azul Francia en el pavimento.”
“La península la diseñamos para que la familia desayune en ella. Los niños son quienes más la usan”, explica María Salazar.
Tanto los baños como el aseo y la cocina se recubrieron con microcemento. “Este y el papel pintado lo hemos utilizado mucho porque la vivienda tenía muy buena base y materiales, pero queríamos actualizarla y embellecerla”, aclara Salazar. El papel del vestidor cuenta con un estampado en grises.
Sin embargo, el papel pintado del aseo juega con verdes. “Pintamos el techo de negro para darle más dramatismo y crear una caja donde resplandeciera el fantástico papel. Negra, también, es la encimera de microcemento. Y la lámpara era la original de la casa. ¡Nos pareció estupendo rescatarla!”, explica María. “El espejo era de mis abuelos”, interviene Cristina”.
El dormitorio es puro eclecticismo. El cabecero es clásico, la lámpara de techo parece japandi —fusión de japonés y scandi—, las láminas sobre la cama que reproducen obras de Eduardo Chillida son contemporáneas… Sin embargo, el conjunto resulta perfecto.
Álvaro, el peque de la casa, tiene tres años, ¡nada menos! Por eso ya duerme en su cuarto. Eso sí, con muebles a los que accede sin ponerse de puntillas. Fíjate en la parte superior de la pared: está pintada en blanco. Un tip decorativo que logra que el techo del cuarto parezca más alto.
Tips para una cocina a medida:
- A la hora de diseñar la tuya, ten en cuenta opciones que puedan transformar un espacio esencial en el verdadero corazón de la casa. Inspírate en estos aspectos que plantea la firma de cocinas Èggo.
- ¿El espacio es pequeño? Optimízalo con una segunda línea de muebles hasta el techo, accesorios que aprovechen los rincones y electrodomésticos compactos. Y si necesitas más espacio libre en la encimera, sitúa el microondas en alto.
- ¿Te gustaría que el fregadero estuviera delante de la ventana? Coloca una grifería abatible y podrás asomarte al exterior.
- ¿Hay peques en casa? Estudia los nuevos acabados mate con efecto antihuellas.
- ¿Qué te haría feliz tener? Una vinoteca, el frigorífico con dispensador de hielo, un despensero extraíble, la barra… No renuncies y consulta con profesionales cualificados: ellos pueden encontrar soluciones donde tú solo ves problemas.
Realización: Pilar Perea.