Antes de convertirse en un paraíso terrenal, esta casa de Los Ángeles construida en el año 1922 parecía sacada de una película de terror al estilo It. El milagro ocurrió gracias a la interiorista Shanty Wijaya, del estudio ALLPRACE, quien supo ver más allá de aquella fachada sucia y decrépita.
Distribuida en tres habitaciones, tres baños, un aseo, salón con cocina abierta al comedor y un despacho, la nueva casa se diseñó con un claro estilo Japandi, combinando elementos del minimalismo escandinavo con el zen japonés.
La gama de tonalidades neutras que envuelve la decoración se ve aderezada por la elegancia y la naturalidad de los materiales y tejidos seleccionados para el proyecto, unificando así interiores y exteriores para disfrutar de ese concepto de vida despreocupado, tan típico de California.
Afuera, los múltiples espacios al aire libre se fusionan con los árboles, creando un entorno de relax realmente paradisíaco. Destaca el entarimado de madera que rodea al tanque circular donde se encuentra la piscina, junto a una zona de asientos. Este área actúa a su vez como una suerte de mirador desde el que podemos descender a un moderno cobertizo que alberga un estudio, y a uno de los comedores al aire libre. Aunque sería un pecado hablar de los exteriores sin mencionar el precioso estanque koi con cascada que llama a la contemplación desde un amplio sofá redondo de jardín con estructura de bambú.
Los ventanales de suelo a techo y las puertas correderas de cristal son otra de las claves para generar esa conexión entre el jardín y el interior de la vivienda, bañándola de luz natural durante el día y creando ambientes muy cálidos.
La arquitectura de la casa permite una visión escalonada del jardín y los distintos ambientes exteriores.
ANTES DE LA REFORMA: ¡ALUCINA!
Proyecto e información: Cortesía de ALLPRACE.