Situada en plena Barcelona, los más de 200 metros cuadrados de esta vivienda se distribuyen en forma de ático dúplex, con otros 100 metros cuadrados repartidos en diferentes terrazas donde también se incluye una fabulosa piscina. El equipo de Tinda’s Project fue el encargado de reformar este viejo inmueble para adaptarlo al día a día de una familia con niños. Los propietarios deseaban concebir espacios amplios y abiertos que resultaran muy vistosos a efectos de luminosidad. Otra de sus peticiones es que cada estancia debía mostrar elegantes toques de diseño combinados con texturas de gran calidad en las que destacaran los acabados naturales, tanto en interiores como en exteriores.
De hecho, la reconocida gama de grises que suele implementar Tinda’s Project en sus trabajos, en esta ocasión sufrió una pequeña variación hacia una tonalidad más subida, a petición del cliente, generando en su conjunto “un ambiente cromático de aires masculinos dulcificados”, en palabras de Eva Mesa, interiorista y co-fundadora del estudio. ¡Veamos el resultado de las distintas zonas de la casa!
El acceso a la vivienda conecta con la estancia principal, totalmente diáfana, compuesta por cocina, salón y comedor. Tan solo un murete a media altura limita el área donde empieza la cocina. No obstante, la parte superior acristalada del murete, facilita una perspectiva visual que alcanza hasta la terraza principal.
El protagonismo estético de las dos columnas maestras vistas, una de ellas integrada en la distribución de la cocina, tiene su continuidad en la terraza. Ambas se combinan con varias vigas del mismo acabado para unificar visualmente esta gran estancia social, que disfruta de una luminosidad espectacular gracias a las amplias cristaleras que recorren casi los diez metros de fachada.
En el extremo opuesto de la planta baja se ubica la suite de más de 60 metros cuadrados, a la que se accede recorriendo un pequeño pasillo protagonizado por la escalera que lleva al piso superior del dúplex, cuyo hueco se ha aprovechado para situar un pequeño aseo de cortesía.
La suite se distribuye en dos vestidores, un baño con dos accesos, dormitorio y una zona de despacho con todo el mobiliario diseñado a medida. El equipamiento ofrece las máximas comodidades, como la bañera exenta o la ducha de 1,80 cm. Por otro lado, detalles como la pared de ladrillo visto en color blanco y algunas piezas metálicas, responden al toque industrial que solicitaba el propietario.
La planta superior está destinada a los niños, con un baño compartido y sendos dormitorios casi simétricos con acceso a una amplia terraza convertida en una divertida zona de juegos al aire libre. Este área infantil se complementa, en lo que vendría a ser la zona central de paso, con la creación de un estudio que incluye un gran escritorio para dos y espacio para estantes y almacenaje.
En el otro extremo de esta planta se diseñó un dormitorio de invitados completo que incluye la zona de baño totalmente integrada tras la pared del cabecero de la cama, y vistas a otra gran terraza con zona chill-out y piscina.
Los espacios exteriores tienen un gran protagonismo, creados por el departamento de paisajismo de Tinda’s Project. La estética de las terrazas se unificó con la selección de una misma tarima sintética de gran calidad y resistencia, con el mismo juego de maceteros. Sin embargo, mientras que en la terraza situada en la planta principal se apostó por una vegetación más mediterránea, en la superior se buscó fomentar un ambiente más tropical.
Proyecto e información: Cortesía de Tinda's Project. Estilismo: Mar Gausachs.