Aunque contaban con un piso muy amplio —110 metros cuadrados—, y estaban contentos con la distribución, los propietarios de esta vivienda ubicada en un barrio tranquilo de Tel Aviv, necesitaban darle un cambio de aires a su hogar.
El motivo: estaban esperando a su primera hija, así que querían concebir un ambiente tranquilo con un diseño moderno y muy funcional, reemplazando todos los muebles, la iluminación, las obras de arte y los acabados. Vamos, un proyecto de interiorismo integral. La decoradora Maya Sheinberger fue la encargada de hacer realidad sus deseos, ¡y el resultado te va a encantar!
Nada más acceder a la vivienda, un armario a medida da la bienvenida a la familia mientras actúa como elemento decorativo y funcional. Al girar la esquina, se convierte en un elegante fondo para la mesa del comedor. Además, dispone de mucho espacio de almacenaje (incluyendo la lavadora).
Para su diseño, Maya eligió un color gris cálido claro y decidió tallar líneas verticales en la madera para alargar el espacio, ocultar las puertas y crear una apariencia limpia. Frente a la puerta de entrada, se construyó un nicho de color negro y se destacó con una lámpara dorada tipo joya.
La interiorista se decantó por varios elementos con líneas circulares, como el reloj o las lámparas. La mesa del comedor también es redonda, con una superficie de vidrio y patas de madera negra. A su alrededor, tres sillas de cuero con estructura de acero y, en el techo, una lámpara en color terracota de Gubi.
El comedor y el salón se conectan a través de una larga franja de iluminación. En esta zona, los protagonistas son el sofá gris claro, los dos sillones de color camel y la combinación de dos mesas de centro. Aunque la clave del salón reside en la pared multimedia hecha a medida, que incluye un marco de madera alrededor del televisor y un estante bajo alargado que funciona como banco.
El contraste de la cocina se hace presente a través del blanco y el gris oscuro. Estos tonos, junto al suelo de roble y a los cálidos toques de terracota, crean la paleta principal de colores y materiales de todo el piso.
Los armarios de suelo a techo se colocaron en el lado derecho de la cocina, integrando los electrodomésticos principales. Junto a estos, se diseñaron dos espacios de trabajo paralelos con encimeras de mármol gris.
Dos estantes abiertos exhiben y protegen en la pared frontal los objetos que se utilizan a diario.
Un par de lámparas geométricas cuelgan sobre la península, que se completa con tres taburetes de piel en color rosa claro para potenciar la dulzura.
El dormitorio principal sigue a rajatabla la gama cromática que domina las zonas comunes, incluyendo mobiliario en gris oscuro y negro, como un sillón de madera tallada a mano. A su lado, encontramos una mesa auxiliar rojiza que agrega un toque de color. Tampoco faltan las obras de arte abstractas.
El baño principal se revistió casi en su totalidad con azulejos negros, mientras el mueble de madera de roble enriquece la estancia con su textura y calidez.
La habitación infantil se decoró siguiendo un estilo nórdico dulcificado, con un papel pintado de color rosa estampado con nubes, muebles blancos y textiles en gris claro que acompañan a los múltiples juguetes y peluches.
En el despacho, de tintes minimalistas, la pared de la izquierda se revistió con papel pintado en color gris grafito texturizado, y se añadieron varios estantes para optimizar el almacenaje. Completan la estancia una mesa de escritorio con sillas a juego en color negro, y una alfombra muy cálida con tonos terrosos.
Proyecto e información: Maya Sheinberger Interior Design.