La última planta de este edificio de 1920 situado en L'Hospitalet de Llobregat, alberga el luminoso piso donde vive y trabaja una feliz pareja. Aprovechando la forma cuadrada de la planta, el estudio de arquitectos de Acabado Mate, propuso establecer dos puntos fijos —baño y cocina—, y hacer intercambiables el resto de las habitaciones. El pasillo se convirtió así en el eje que distribuye y engloba tanto la cocina como el espacio de almacenaje.
El paso entre las dos habitaciones se amplió para concebir una única estancia que garantizase la independencia de ambos espacios, gracias a una puerta a librillo construida con las hojas de las puertas recuperadas.
Al realizar una amplia abertura en la pared de carga se conectó el comedor y la cocina. Esta última incluye una zona de elaboración al fondo, y una de preparación en una isla central, integrando la despensa en la pared medianera.
Completan la vivienda otras dos habitaciones. La primera surgió al unir la antigua cocina con la galería, dando lugar a un espacio único articulado en dos ambientes con diversas funciones: estudio, dormitorio, vestidor, aseo y lavadero.
La segunda se mantuvo como en origen. Ambas, ubicadas hacia los patios interiores, son espacios de luz y silencio cuyos usos se pueden intercambiar en función de las necesidades de la pareja.
También se recuperaron los suelos hidráulicos y las carpinterías interiores de madera.
En el estudio/galería se utilizaron materiales mas contemporáneos, como el suelo de microcemento y las ventanas de aluminio gris oscuro.
Proyecto e información: Cortesía de Acabado Mate.