Durante casi 20 años, Raili Clasen tuvo alquilado este precioso bungalow de 130 metros cuadrados construido en la década de los cincuenta. Recientemente —quizá con motivo de la pandemia—, la diseñadora, su marido, su hijo mejor y su perro Mini, decidieron dar un cambio de 360º y mudarse a la vivienda, no sin antes llevar a cabo una pequeña reforma. El proyecto comenzó tratando de salvar las vigas escarpadas y las cerchas martilladas que se habían escondido a lo largo de los años al otro lado del techo bajo. Sin embargo, la tarea se complicó, y Raili tuvo que llamar a más de un ingeniero para reforzar los postes desgastados con madera nueva, logrando al fin recuperar la estructura.
El siguiente paso fue pintar las vigas (ahora expuestas) de color blanco para lograr un ambiente más aireado. En cuanto a la iluminación del techo, hubo que adaptarla a dicha estructura eligiendo focos en color blanco que se fundieran con la superficie, y una lámpara de cuerda sobre la mesa del comedor que se colocó estratégicamente para ayudar a disfrazar la caja de conexiones.
El color verde se empleó para dar vida a la cocina y el comedor, pintando en este tono armarios, bordes de la ventana, sillas e interruptores, y empapelando un rincón de la estantería con estampado botánico.
La encimera de terrazo se extiende más allá de las ventanas de la cocina. De este modo, la superficie interior-exterior funciona como una isla para la familia.
Los tablones antiguos de roble recorren el suelo de la casa. Su naturalidad se ve potenciada por la colocación desigual en diversos tamaños y formas.
Para aprovechar al máximo el espacio del baño del dormitorio principal, Raili decidió instalar una puerta plegable que puede mantener abierta o cerrada según el momento. Por cierto, ¡nos encanta el papel pintado con motivos florales del techo! Y la bañera clásica en color amarillo... ¡Brutal!
En el baño de su hijo, la madera contrachapada es la verdadera protagonista. Tampoco faltan los detalles graciosos como la manivela del grifo de inspiración naútica, o las baldosas blancas y rojas de la ducha como un homenaje al marido de Raili, que trabaja en Vans.
En el exterior, un impresionante jacuzzi de cedro inteligente (el agua se puede calentar con un simple click en el smartphone) y una zona de asientos, completan esta maravilla de hogar en Costa Mesa, California.
Proyecto e información: Raili Ca Design.
