Las generosas dimensiones y la céntrica ubicación de este piso, en pleno corazón de Vitoria, enamoraron desde el inicio a sus actuales propietarios, que buscaban una vivienda especial para ellos dos y su hijo, el pequeño Luken. Aún así, al tratarse de una casa antigua, necesitaba una reforma integral, tanto de materiales como de planteamiento, que se adaptase a su estilo de vida. Para ello, confiaron en el equipo de Quefalamaría con un deseo expreso: crear espacios abiertos en los que fluyera la convivencia y conseguir un proyecto que funcionara ahora y dentro de 20 años. De ahí que se derribaran tabiques dando lugar a un gran salón con comedor, cocina abierta y una terraza de puertas correderas que se integra por completo.
Su pasión por la lectura y la petición de amplitud, les llevó a renunciar a un dormitorio, consiguiendo, a cambio, un original espacio de estudio y biblioteca, unido al salón mediante un cerramiento de hierro y cristal. En la misma línea, la cocina se presenta tras la reforma integrada en el estar mediante una práctica barra de desayunos. La elección del mobiliario negro mate eleva el nivel del espacio, otorgándole atemporalidad y sofisticación. Sumado al señorial suelo de espiga y al rosa empolvado de la pared, el resultado es espectacular.
Para las zonas descanso, en cambio, se buscaba crear ambientes súper tranquilos que invitaran a relajarse combatiendo, al mismo tiempo, el estrés acumulado durante el día. En el dormitorio principal, por ejemplo, priman los tonos neutros en paredes y textiles como garantía de calma, reservando el toque de color al magnífico cabecero en un rojo anaranjado. Los coquetos detalles de fibra vegetal suman puntos en la búsqueda de los acabados naturales. En esta magnífica reforma también tuvieron cabida los sueños de los propietarios, en especial de ella, que siempre había deseado tener una gran bañera exenta. Así, encontramos un enorme cuarto de baño con paredes de terrazo y, por supuesto, una bañera como centro de todas las miradas.
Mira a continuación las fotos de todos los espacios de la casa:
La zona de la terraza se equipó con dos cerramientos paralelos, uno que abre al exterior y otro que permite comunicarla con el comedor. Una idea fantástica de integración.
El sofá, pieza protagonista en el salón, se eligió en un verde lavado con el fin de aportar frescor al espacio.
El enorme ventanal de apertura tipo cortina permite integrar la terraza en el salón.
La estantería, diseñada a medida, permitió contar con una composición adaptada al salón: de poca altura coincidiendo con el estar y con un modulo alto, tipo aparador, en la zona del comedor.
El comedor, muy espacioso, se completa con dos lámparas que garantizan una buena iluminación en toda la mesa. Genial.
Para esos momentos de necesaria calma a la hora de leer un buen libro o de trabajar desde casa, se creó un despacho con librería de suelo a techo.
Una cocina en rosa y negro
La barra de la cocina se equipó con una encimera de roble macizo en la cara que se orienta al salón; sumado a un original cuadrado embutido en esta zona parece más un mueble del salón que de cocina.
La barra de la cocina se adosa a un pilar de cemento visto tan práctico como decorativo.
El rosa empolvado dulcifica en parte el espectacular diseño de la cocina. ¡Todo un acierto!
La elegancia de los frentes en negro mate permite integrar la cocina en el salón casi sin percibirlo. Esta sensación se reforzó al ubicar el fregadero y la zona de trabajo oculta a la vista en la zona más retranqueada.
Zona de descanso
El rojo intenso del cabecero dinamiza la decoración, aportando profundidad y elegancia al dormitorio.
El eclecticismo define el estilo del dormitorio que aúna distintos acabados con gran acierto en un mismo espacio. El cabecero fue un regalo sorpresa de sus amigos realizado a medida.
La reforma del baño fue un sueño hecho realidad, con paredes de terrazo y una espectacular bañera exenta. Un lugar donde echar el cerrojo y desconectar.
Plano de la vivienda
Tras la reforma realizada por el estudio Quefalamaría, la vivienda ganó en amplitud visual y luminosidad. Ahora, el salón, el comedor y la cocina conviven en armonía manteniendo la independencia de los dormitorios.
Estilismo: Quefalamaría.