La estrella del pop, Britney Spears, sigue luchando por salir a flote de sus problemas. Y es que, definitivamente, la cantante de Misisipi no está pasando por sus mejores años. Tras ser noticia en las últimas semanas a raíz de la revisión de la tutela legal que ejerce su padre sobre la artista, el nombre de Britney también ha aparecido en los medios por un tema menos polémico y más amable.
Se trata de la villa de estilo mediterráneo en Beverly Hills donde la celebrity vivió tras su divorcio desde 2007 hasta 2012. Resulta que la mansión ha vuelto a salir a la venta por aproximadamente 5,8 millones de euros, un precio muy rebajado teniendo en cuenta que en 2018 la cifra ascendía a los 8 millones.
Con 700 metros cuadrados, la propiedad dispone de seis dormitorios, siete baños, una cocina gourmet con rincón de desayuno, un salón con chimenea, home cinema, piscina exterior de agua salada, jacuzzi, y una casa anexa para invitados.
No obstante, lo más destacado de la vivienda, aparte de la elegante decoración de estilo clásico en tonos blancos, es su construcción ''a prueba de paparazzis''.