Con tan solo tres metros de frente en su parte más estrecha, Casa Picasso es un proyecto que ha logrado aprovechar al máximo los espacios. La interacción del interior con el exterior fue la base del diseño, así como el uso de materiales y texturas naturales características de la península yucateca.
Ubicada en el centro histórico de la ciudad de Mérida (México), esta residencia de 145 metros cuadrados es un pequeño oasis dentro de la vorágine urbana, diseñado como una vivienda vacacional con dos habitaciones, donde los propietarios pudieran escapar del frío invierno neoyorquino.
Al ser una propiedad de tamaño reducido, se optó por utilizar colores y texturas en tonalidades claras, como el suelo de cemento blanco pulido que proyecta amplitud y frescura, junto a la vegetación y al uso de detalles de madera.
Con una distribución lineal de los espacios, la primera parte de la vivienda es el salón con un amplio sofá, que se une al vestíbulo a doble altura de las escaleras.
El vestíbulo funciona además como una pequeña biblioteca que incluye un par de butacas de lectura. Sobre las escaleras, un cuadro del artista David Serrano.
Antes de llegar a la cocina, se dispone el área de servicios que alberga un aseo, bodega y lavandería, seguida de un hueco donde se colocó el frigorífico. La encimera de cuarzo blanco de la cocina está recubierta con mosaicos y, frente a ella, se dispone una pequeña mesa de madera con vistas a la terraza y a la piscina.
Las escaleras conducen al primer dormitorio que cuenta con vestidor, baño y una terraza con vistas al patio central. Es en esta estancia donde se encuentra una pequeña obra del artista Pablo Picasso, que da nombre a la casa.
El dormitorio principal destaca por el juego de alturas, donde el techo de la habitación es más alto que el del baño, permitiendo así la entrada de luz y creando una sensación de amplitud en ambos ambientes.
Lo mismo ocurre en el baño, que se conecta a un pequeño jardín.
El patio central rodeado de muros de piedra, con vegetación tropical y una piscina de Chukum, crea un ambiente exótico e idílico para disfrutar del calor.
Una tarima de madera flota sobre el agua y nos dirige hacia la casa, no sin antes permitirnos contemplar la belleza de una típica hamaca yucateca rosa fucsia.
Proyecto e información: Workshop, Diseño y Construcción.