Cuando Carmela Bolufer descubrió esta casa de campo próxima al mar, con vistas a la montaña y rodeada de viñedos, olivos y almendros en Benissa, Alicante, captó al instante todo su potencial como alquiler vacacional familiar.
No obstante, la casa necesitaba una reforma integral para actualizarse y adaptarse a las necesidades de la vida moderna. El nombre del proyecto, Trenza Blanca, nace así de la inspiración indígena, del mundo natural.
El objetivo de la reforma, aparte de potenciar la luminosidad, fue dar prioridad a la mezcla de colores y materiales, abogando por los rasgos étnicos, elegantes y bohemios, creando ambiente muy acogedores.
La vivienda tiene capacidad para siete personas y dispone de dos dormitorios, un salón con chimenea perfecto para disfrutar en familia, dos baños, una cocina totalmente equipada, un comedor y diferentes zonas de descanso.
El baño principal se diseñó con dos duchas, pensando en esas familias que necesitan asearse rápidamente para aprovechar al máximo la jornada turística.
La decoración no fue seleccionada a partir de marcas específicas, quizá por ello la casa resulta tan especial, con piezas adquiridas en viajes, y otras como los espejos del baño de estilo clásico, que se reinventaron gracias a las cuerdas.
El área exterior es otro de los grandes atractivos de la casa, con un gran patio con zona chill out, barbacoa, comedor y una enorme piscina paradisíaca.
Arquitectura e información: Cortesía de Interiorismo Carmela Bolufer. Fotografías: Luisa M. Gómez.