Con el objetivo de transformarla en una vivienda de alquiler turístico, los propietarios de esta fabulosa casa con un patio de 40 m2 en la villa de Lumbier (Navarra), decidieron llevar a cabo una reforma integral para adaptarla a las diversas necesidades de sus futuros huéspedes.
El proyecto se focalizó en la creación de ambientes que transmitiesen paz, luminosidad, confort... Todo ello manteniendo un look de casa de vacaciones, ya que en esta zona del Prepirineo las viviendas suelen tener un estilo más rústico.
"La casa está situada en Lumbier, en el Prepirineo Navarro. Es una zona que cuenta con mucha riqueza natural, y está poco explotada. Puedes bañarte en el río y dar paseos en agosto, sin masificaciones de gente. Además, se encuentra a 40 km de Pamplona por autovía, del Castillo de Olite, y de la Selva de Irati''.
Joana Aranda, de Casa a Punto, encontró la vivienda en malas condiciones, pero enseguida logró ver su potencial al derribar el garaje y crear un patio de 40 m2 con acceso desde la cocina. Este espacio al aire libre se cerró con madera sin tratar de la zona, y con hierro de un herrero local.
Dado que la vivienda tiene 90 m2 y la parte de abajo no era pequeña ni poco luminosa, el equipo de interiorismo apostó por combinar el color blanco con materiales como la madera y el hierro, además de derribar tabiques.
Todos los textiles son de materiales naturales y de calidad como el lino, el algodón o la lana.
El sofá tapizado en azul homenajea al color del año.
Las paredes se pintaron en greige para dar un toque cálido, ya que la luz es un poco fría.
La planta de arriba no contaba con baño, así que las habitaciones se redistribuyeron para ganar un baño que diera servicio a esta zona. Por otro lado, se creó un hall distribuidor muy espacioso que cuenta con luz natural.
ASÍ ESTABA ANTES DE LA REFORMA
Decoración y reforma: Joana Aranda, de Casa a Punto. Alquiler: Airbnb.