Situado a unas calles del transitado Paseo de las Palmas de la Ciudad de México, este piso de los años setenta sufrió una reforma que lo transformó en un espacio abierto y actualizado, adaptado a las necesidades de los tiempos modernos.
Las zonas abiertas y la distribución de los muebles, junto a las texturas y a las tonalidades seleccionadas, generan cercanía y propician la interacción de los clientes: una familia de cuatro miembros que decidió pasar de la distribución típica de los setenta, a una completamente abierta que pudieran disfrutar a diario, aderezada por una moderna decoración de tintes industriales.
Durante el diseño se pensó en todo momento en las personas que lo habitan, y eso se nota en detalles como la extensa barra de cocina de Corian, hecha especialmente para ellos, ya que les gusta cocinar juntos.
Además, son personas sociables y a la vez con tendencia a preocuparse, por lo que se optó por generar un ambiente distendido con materiales cálidos, y una gama de colores que propicia la relajación con toques de alegría.
Los materiales utilizados son ladrillo tratado con efecto en bruto para las paredes, madera para los suelos y mosaicos artesanales.
La combinación de colores aboga por el azul turquesa para disminuir el estado de alerta en la familia, amarillo para aportar mayor sensación de iluminación y dar un toque alegre, blanco para generar una imagen de limpieza y potenciar la iluminación, y gris cemento para dar el toque industrial.
La decoración, aunque la mayoría en color negro para hacer un guiño al toque distintivo del estudio Regina Rocha Diseño, genera una atmósfera acogedora en la que la cotidianidad se vuelve remarcable.
Proyecto e información: Cortesía de Regina Rocha Diseño.