Ca Marí es un rincón privilegiado de Formentera. Se encuentra muy cerquita de la playa de Mitjorn, tanto que desde ella se escuchan las olas del mar. Era la casa de recreo de la familia de Lou cuando abandonaban Barcelona cada verano en busca de la libertad que ofrece esta isla. Conserva recuerdos muy felices de aquella etapa y “me sigue encantando el olor del romero y la lavanda cuando me levanto”, cuenta. Al pasar los años, tuvo la fortuna de recibir en herencia esta propiedad de 100 m2. Junto a Vicen, su pareja, optó por realizar una reforma integral que cubriera sus “necesidades actuales, con la idea de que sea también una opción de alquiler vacacional, que tenemos en Airbnb”. Estos economistas barceloneses, de 23 y 28 años, querían que “el componente emocional se reflejara en el proyecto y nos decidimos por la dilatada experiencia de Home Staging Mallorca para cumplir nuestro propósito”.
Lina Escandell, interiorista y stager de Home Staging Mallorca, quiso “mantener la identidad de la vivienda para que tuviera parte del carácter y el estilo de Formentera”. Trabajó, mano a mano, con Aina Vives, también stager y estilista. Querían centrarse “en realzar el potencial de los exteriores y dotar a esta casa familiar de espacios amplios y luminosos que se disfrutaran en verano”, explica Lina. Ambas están muy orgullosas “del feeling que hemos tenido con los propietarios” y no tuvieron dudas en el interiorismo: “elegimos muebles de fibra natural —dice Lina— porque este material tiene mucho que ver con el lenguaje de la isla. Mantuvimos ventanas y puertas, que proporcionan carácter, pero decidimos pintarlas con el color típico local, que evoca un paseo entre el cielo y la playa y transmite la serenidad de este pequeño paraíso”.
“El cactus es de la especie Euphorbia trigona. Su porte crea un bonito contraste. Las persianas se encargaron a un artesano de Alicante”, dice Lina.
El porche encalado se funde con la maceta y el sillón, pintados en blanco.
La parcela tenía “un patio cerrado con un petril muy alto, así que jugamos con distintas alturas y lo abrimos hacia el jardín”, explica la propietaria de la casa. El porche se orienta hacia el sur para aprovechar la luminosidad de la isla. Además “permite que el calor acumulado durante el día se libere por la noche”.
La red es una vela de sombreo muy práctica para tamizar la luz solar y alejar el calor. En los laterales, el brezo permite aislar el patio de miradas ajenas.
“Las sillas de tijera son típicas de Menorca. Los sillones de mimbre se han recuperado, pintándolos en blanco”, dice Lou.
Un salón con buenas sensaciones
El salón es uno de los puntos de reunión; también la terraza, donde se desayuna, come y cena. La cocina cuenta con una mesa de comedor, que se utiliza como zona de trabajo.
“La casa es heredada y en ella se han recuperado elementos y muebles que ahora son piezas especiales. Está pensada para descansar y disfrutarla en compañía”, dice Lou.
La cocina está conectada con el salón
Los propietarios querían que “las dos estancias tuvieran acceso propio a la terraza, que es donde almorzamos. Nos gusta preparar ensalada payesa con pescado y no faltan paellas ni fideuás”.
“Los taburetes tienen el respaldo bajo para proporcionar mejor el espacio. Son ergonómicos y recogen la zona lumbar”, cuenta Lina.
Dormitorios en tonos naturales
“En el dormitorio principal, los textiles son de colores claros, como en el resto de la casa. Así creamos ambientes menos efímeros y más frescos”, explica Aina.
“Las cortinas de los dormitorios son de una tela opaca en blanco roto, para descansar mejor, pero las del resto de la casa son de lino”, explica Lou. La elección de un armario abierto “evoca la idea de vestidor y da mayor amplitud. Es un elemento estético hecho a medida y con iluminación indirecta, con tiras de led, para aportar calidez”, añade la interiorista.
Un baño muy bien aprovechado
El baño se revistió con microcemento. Es pequeño, de ahí que se optara por un mueble a medida, con led.
Plano de la casa
Claves decorativas: AIRE MARINERO
Espejos y marcos, todos de diferentes tamaños pero en tonos azules y blancos, crean composiciones con encanto. Unifica la temática con láminas de paisajes de costa o diseños que evoquen una travesía por el mar.
¿Te imaginas una puesta de sol a medida? Fija en la pared un vinilo con este motivo y tendrás el Mediterráneo dentro de casa. Otra opción son los motivos surferos.
Las guirnaldas de colores y los banderines navales recuerdan el ambiente del puerto. Unas redes de pesca colgadas o un panel con símbolos náuticos también te acercarán la brisa marina.
Formentera está llena de talleres artesanales donde se trabaja la fibra vegetal. Cestos, sombreros, platos o capazos de esparto son una excelente opción para decorar la pared de tu casa.