Tras intentar venderlo en su estado original, los propietarios de este piso de los años sesenta junto al campus de Santander, decidieron invertir en una reforma integral con proyecto de home staging para destinarlo al alquiler universitario.
El objetivo principal consistió en actualizar todos los acabados, ya que estos se encontraban desfasados y hacían que toda la vivienda pareciese pequeña, obsoleta y lúgubre. ¿Las claves? Papeles pintados, linóleos estampados en los suelos, azulejos oscuros, sanitarios de colores, y un interiorismo low cost de estilo moderno que se adaptase a los gustos y necesidades de sus jóvenes inquilinos.
El mobiliario del salón original era oscuro y voluminoso. Con la nueva propuesta se consiguió que este espacio fuese también comedor, dando lugar a una estancia completamente distinta, protagonizada por soluciones flexibles como la mesa de centro con ruedas, los pufs apilables o la mesa extensible. Algo fundamental cuando se trata de estudiantes con una vida activa y dinámica.
El baño fue todo un reto. Las pequeñas dimensiones, la situación de la puerta y de la ventana... Resultó imprescindible instalar un plato de ducha lo bastante amplio junto con la mampara, sin bloquear la ventana, además de un inodoro compacto que no obstaculizara el paso, y un mueble de lavabo de fondo reducido que incluyera almacenaje suficiente.
El primer paso fue elegir un revestimiento de pared luminoso y de gran formato para potenciar la luz y agrandar visualmente el espacio. Además, la combinación de materiales consiguió un look actual y atemporal, moderno pero neutro.
El siguiente paso fue construir un tabique en medio del baño para colocar una solución de mampara que se pudiese plegar por completo, y ofrecer el mayor ancho posible de salida desde la ducha. Además, el tabique también se usó para instalar la grifería, mucho más cómodo que en la pared original.
Pero... ¿cómo conseguir que una vivienda para universitarios pudiese tener todavía más rendimiento? Aprovechándola también como alquiler vacacional. Para ello, el dormitorio principal se actualizó con todo lo que un estudiante podría necesitar, como espacios de almacenaje o zonas dedicadas al estudio, pero también con las posibles demandas de un turista, como una cama doble.
El resto de los dormitorios individuales se completaron con un mobiliario básico en colores blancos.
ASÍ ESTABA ANTES DE LA REFORMA
Proyecto e información: Cortesía de Fityourhouse.