Sacar de donde no hay. Eso es lo que se ha hecho en este apartamento situado en uno de los barrios más animados de Madrid. Se ha recurrido a una distribución lo más diáfana posible, utilizándose herramientas básicas a la hora de decorar y dar entidad a los distintos ambientes. La altura de los techos permitió instalar un altillo para situar el dormitorio arriba, y la planta inferior ocupa una superficie abierta con zona de estar, cocina y baño.
ELEMENTOS SINGULARES
Su reducido tamaño no ha sido obstáculo, sin embargo, para que el espacio resulte cómodo, acogedor y nada abigarrado. Hay además muchos detalles que personalizan el apartamento y dan un toque especial: no parece uno de tantos. Aparte de su gran altura, las vigas de madera añaden carácter y delimitan el salón. Se han dejado en madera en la parte superior y el resto se ha pintado de blanco. Los pilares son de granito, al igual que el zócalo que recorre la pared de la cocina, que se descubrió durante la reforma.
CLARIDAD Y CALIDEZ
Los revestimientos acentúan la luminosidad, uno de los elementos clave. Por eso, el suelo está acabado con microcemento gris clarito, al igual que las paredes, y las cortinas, de El Corte Inglés, tamizan la luz pero dejándola pasar. La paleta de color es bastante sencilla, con el fin de dar sensación de amplitud y calma decorativa. Por último, se han elegido muebles pequeños y polivalentes, fáciles de mover y con varias funciones. Encajan como un puzle y componen ambientes prácticos y muy modernos... ¡Esta mini casa es toda una lección de buena decoración!, sin duda.
SALÓN Y COCINA
Desde la cocina, una vista del estar enmarcada con un entramado de vigas pintadas de blanco. La composición de cuadros en la pared, de Thai Natura, aporta dinamismo al espacio, así como los elementos auxiliares.
Se ha logrado más espacio de almacenaje con elementos como la barra con perchas para los abrigos y la estantería para los libros.
Los colores son básicos: gris claro, blanco, negro y madera.
Un espacio reducido resuelto con brillantez gracias a dos butacas-cama, de Ikea, y cojines, de Atanara, al igual que la alfombra redonda. Se han elegido elementos muy ligeros y con gracia, como la mesita blanca, de Mister Wills, el puf, de Sklum, o las lámparas suspendidas, de Luciole.
LA CAMA, EN ALTO
La altura del espacio ha permitido construir un altillo sobre el que se ha dispuesto la cama. Se sube por una escalera anclada en el suelo. En la parte inferior se encuentran el baño y la cocina, ésta con muebles básicos, pero suficientes.
Un estor enrollable garantiza la privacidad del baño.
Un tabique con una ventana acristalada separa el baño y la cocina y proporciona luz a este último espacio.
Una ventana en la cocina facilita la ventilación de todo el estudio. Cuatro focos, colocados en las cuatro esquinas, la iluminan.
BAÑO COMPLETO
La cristalera enmarcada en madera es estante. Debajo, el lavabo, en frente, el inodoro, y al lado, el plato de ducha al ras.
PLANO DE LA VIVIENDA
El apartamento se ha distribuido en dos niveles. Las zonas comunes están situadas en el inferior, y la privada, en un altillo. El estar se sitúa nada más entrar y la cocina en una pequeña "L", separado del baño por una pared acristalada.
El proyecto y dirección de obra corrió a cargo de Luisjaguilar Arquitectura (www.luisjaguilar.com) y la decoración y estilismo fue realizada por Paula Balboa en colaboración directa con la propietaria.