Cuando pensamos en un apartamento de playa solemos imaginar espacios fluidos, cálidos y luminosos, diseñados con materiales sencillos. Además de incorporar todas estas representaciones que constituyen la esencia de la decoración mediterránea, este proyecto ha afrontado el reto de transformar funcionalmente un local que en origen iba a albergar una peluquería.
El punto de partida es un antiguo local comercial ubicado en la primera planta de un edificio tradicional del centro histórico de Marbella. Los huecos a la calle eran cuatro grandes escaparates cuadrados de suelo a techo, que condicionaban la imagen urbana del edificio y también las cuestiones relacionadas con el control de la privacidad, el ruido y la iluminación para el uso doméstico.
La primera apuesta del proyecto fue la cualificación material y funcional de estos huecos, sustituyendo las antiguas carpinterías fijas, equipando la parte baja de los huecos con una bancada corrida con almacenamiento, y añadiendo unas contraventanas exteriores para controlar la insolación y las vistas desde la calle.
El segundo foco de atención fue la reelaboración de la identidad material. Esto se traduce en el uso de elementos de construcción tradicionales con nuevas aplicaciones, como es el caso del azulejo esquinero que se usa para dar textura al muro curvo que separa el dormitorio de la zona de estar.
Proyecto e información: Cortesía de Gustavo Rojas, de SALTO Proyectos.