Andrea Pla, la propietaria de esta vivienda valenciana, ha escogido una de las frases más conocidas de la película ‘El Mago de Oz’ para contarnos qué es para ella y para Marcial, su marido, la casa donde viven: “There’s no place like home” o, lo que es lo mismo, “En ningún sitio como en casa”. Así lo sienten tras una reforma que duró ocho meses. “Estaba muy deteriorada, con poca luz, humedades, grietas, una distribución horrible… Llevaba décadas descuidada, pero nos enamoramos de sus detalladas molduras, las pesadas puertas de madera con su cerrajería original, los suelos de cerámica Nolla… Además, su ubicación, en pleno casco histórico de Valencia y muy cerquita del Turia, nos pareció perfecta, ya que a los dos nos gusta pasear y salir a correr por la zona del río. Pero estaba en unas condiciones tan horribles que dudamos si comprarla”, nos cuenta Andrea.
Por suerte, el hermano de Marcial, Borja Senabre, dirige su propio estudio de arquitectura, Boor Studio, y les convenció de que era una oportunidad única que no podían dejar pasar. Eso fue lo que hicieron: quedarse con ella y dejar que Borja la convirtiera en el espacio moderno y luminoso que es actualmente. La pareja compartió con él sus gustos y necesidades antes de darle carta blanca. “La vivienda estaba compartimentada en muchas habitaciones pequeñas y oscuras, y nosotros queríamos espacios amplios, luminosos”, comenta la propietaria.
Andrea, la dueña, utiliza la mesa de comedor para trabajar ocasionalmente con un portátil. “Es un rincón ideal, que goza de la luz que proviene del patio interior. Su construcción fue una idea de Borja, que sustituyó una pared agrietada por este cerramiento acristalado con perfiles de aluminio lacado en color negro”, explica
En la reforma de la casa se dejaron a la vista los ladrillos originales de la construcción y se rehabilitaron las vigas de madera del techo.
“En cuanto a la decoración, buscamos muebles de líneas sencillas, que no restaran protagonismo a los elementos históricos del espacio”, nos cuenta Borja Senabre, de Boor Studio.
Los propietarios de esta vivienda se enamoraron de inmediato de su luz, con los grandes ventanales que abren el salón al exterior, pero era necesario reformarla a fondo. Y para ello contaron con la firma de diseño de interiores Boor Studio.
La vivienda de Andrea y su pareja esconde en su interior una joya.“Es mi rincón. Con macetas que cuelgan del techo, una aspidistra que nos regaló la abuela de Marcial, un poto, un espatifilo, una drácena, sansevieria…, lo he convertido en una pequeña jungla”, nos cuenta Andrea, quien disfruta cuidando sus plantas.
“Nos gusta combinar la esencia mediterránea con el espíritu nórdico: muebles de maderas claras, textiles discretos, fibras vegetales, tonos beis y marrones combinados con pinceladas blancas y azules, detalles artesanales… ¡Y que no falten las plantas!” asegura la propietaria.
“Para nosotros, el salón es la estancia más importante de la casa, donde más tiempo pasamos. Por eso decidimos integrar la cocina. Queríamos un espacio abierto en el que disfrutar el día a día”.
La cocina también la diseñó Boor Studio. “Con muebles, encimera y paredes en blanco cien por cien, me gusta porque transmite luminosidad y orden”, nos cuenta Andrea.
Además de comunicar directamente con el salón y el comedor, la cocina también se abre hacia el exterior a través de puertas correderas acristaladas. ¡Así el chef nunca se siente aislado! En la pared del fregadero, la ventana vertical ofrece unas vistas privilegiadas.
La leyenda “Ano 1881” estaba escrita en una de las baldosas. Cuando te encuentras con un mosaico de Nolla original, con casi ciento cuarenta años de historia, ¡qué menos que conservarlo! El estudio de Borja convirtió los suelos, con su espléndida belleza, en protagonistas absolutos de la decoración de los dormitorios.
“De todo lo que tengo en casa me quedo con las lámparas de madera de la firma valenciana LZF, porque me parecen auténticas esculturas de luz. Además, sus fundadores, Mariví Calvo y Sandro Tothill, son amigos de la familia desde hace tiempo. Y con mi mecedora estilo Thonet. La compramos en una tienda de antigüedades de El Carmen, en Valencia. ¡Ya me veo ahí sentada, acunando a Adriana!”, explica Andrea, que espera impaciente la llegada de su bebé.
La estructura del mueble de lavabo “la encontramos en una tienda de antigüedades: la máquina de coser y las patas de hierro forjado. Ahora, la primera es un elemento decorativo del salón, y las patas, que pintamos en un tono crema y completamos con una encimera de madera, están en el baño”, explica Andrea.
IDEAS PARA COPIAR:
Sustituye el cabecero por una composición equilibrada de cuadros, dibujos o fotografías. Selecciona las imágenes que más te gusten, que te hagan sentir bien y reflejen tu personalidad o tus gustos.
Rompe el predominio de un ambiente en tonos blancos, cremas o grises con una butaca que ponga un vivo toque de color.
¿Obras en casa? Una de las claves para una reforma perfecta es confiar en un decorador o arquitecto de interiores que entienda tus gustos. Borja, de Boor Studio, conectó bien con Andrea y consiguió hacer realidad sus sueños.
Si tu cocina también es blanca, deja a la vista las tablas de cortar y los cubiertos de madera para ganar calidez. Añade algunos detalles especiales que le den personalidad.
¡Es tu momento! Súmate a la filosofía hygge y organízate un rincón para ti, donde puedas hacer lo que más te gusta: leer, dibujar, coser, lettering, pintar…¿Qué tal un estudio de manualidades?
Con dosis de ingenio, podrás aprovechar cualquier rincón de tu casa como espacio de almacenamiento. Muretes de obra, el alféizar de una ventana, el radiador… remátalos con una repisa de madera y ganarás una superficie extra para colocar libros y adornos.
PLANO DE LA VIVIENDA Y CLAVES DE LA REFORMA
En la reforma se conservaron los elementos originales centenarios, como las vigas del techo, las puertas y el mosaico Nolla.
“En la zona que ahora ocupan el salón, la cocina y el comedor, el suelo estaba tan dañado que no lo pudimos salvar. Eso sí, restauramos y guardamos todas las piezas por si en un futuro nos hicieran falta. En su lugar, Borja nos aconsejó poner una tarima blanca, un fondo neutro, cálido y luminoso, pero que pasa desapercibido, dándole todo el protagonismo a los suelos antiguos”, explica Andrea.
Impresionantes y coloridos, para Marcial son la gran joya de la casa. Ella tiene otras dos: el patio interior, lleno de plantas, y la habitación donde ha montado el taller de Lellar, la firma de velas aromáticas artesanales que fundó en 2018 con su amiga Sara Birds.
“La idea de montar algo juntas llevaba en nuestras cabezas desde que nos conocimos en la universidad, en el primer curso de ingeniería, pues vimos que nos complementábamos a la perfección. Unos años después, tras una conversación sobre nuestra pasión por las velas y la falta de marcas ecofriendly que cuidaran el diseño, decidimos lanzarnos y embarcarnos en este proyecto que aúna sostenibilidad y artesanía. Nuestras velas son de cera vegetal y aceites esenciales, y no hace falta encenderlas para perfumar una habitación. Huelen a Mediterráneo”, nos cuenta Andrea, quien aboga por llenar la casa de detalles pensados para “hacer hogar”.
Realización: Dafne Vijande.