Celia, una joven artista española, regresó a Madrid después de vivir en Londres con la idea de buscar, según sus propias palabras, “una casa estilo taller, acogedora y que no estuviera a las afueras, porque siempre me ha gustado la vida urbana. La verdad es que no encontraba nada con un look tipo loft —continúa— pero mi suerte cambió cuando unos amigos me recomendaron Ivory Escapes, una inmobiliaria que ofrece una variedad de ‘nidos urbanos’ e infinidad de comodidades y servicios”. Celia contactó enseguida con ellos y les contó qué buscaba. “Me comentaron que acababan de incorporar en su cartera un dúplex de estética industrial. Me explicaron que la casa antes había sido un taller, que tenía acceso directo desde la calle y que con el sofisticado y moderno proyecto realizado por Ivory Design and Projects, era muy probable que fuera una vivienda interesante para mi”. Además, estaba en un barrio muy tranquilo, en un área delimitada por las calles Príncipe de Vergara y López de Hoyos, y rodeada de todo tipo de servicios: supermercados, bares, gimnasios, tiendas y también un gran mercado con productos frescos. “Recuerdo que la casa me sorprendió. Era diferente a otras que había visitado…”
Quiero que tenga estilo. Y además, “personalidad, una distribución actual y luz natural”.
Cuando la dueña vio la casa por primera vez, pensó: “es tan ideal que hasta parece que se ha diseñado para mí”. Interiorismo, de Ivory Design and Projects, para quienes se realizaron a medida la mesa de centro y la alfombra.
¿Lo mejor? moverse con total libertad. Salón, comedor y cocina comparten espacio en la planta baja.“Son la escalera y el pilar los que actúan como elementos que delimitan los ambientes. Esta distribución open concept me resulta cómoda cuando estoy sola. Pero también cuando vienen amigos, por la amplitud real y visual conseguida, y porque mientras termino de preparar la cena charlo con ellos”, explica la propietaria.
¿Tienes ventanas muy grandes? Si quieres matizar la luminosidad, los estores tipo screen son una buena solución.
“Me apetecía una casa estilo taller, sin renunciar a la vida de la ciudad”, comenta Celia, una artista española que ha regresado a la capital después de vivir en Londres. La altura del dúplex, su escalera y su estética industrial, le encantaron. En el techo, un falso lucernario —el piso es un bajo— logra un efecto de luz natural.
“De la casa me gusta cómo se ha potenciado la abundante luz natural que proporciona su fachada acristalada. Las paredes blancas y el suelo continuo la propagan para que llegue a todas partes y, ante la ausencia de tabiques, no encuentra obstáculos”. En cuanto al papel de la alfombra “centra la posición del salón en el espacio”, apunta Celia.
Las plantas altas junto al sofá aportan frescura a la decoración del salón, pero a la vez, componen una pared vegetal que da privacidad al espacio. Y es que, tras ellas, se encuentra una cristalera que separa el recibidor de la calle, ya que al dúplex se accede directamente desde ella.
Sí a los sofás de terciopelo. Celia lo tuvo claro desde el principio: en su salón quería uno. “Creo que imprime personalidad a la decoración, es elegante y en este tono azul, tan especial, se ha convertido en el protagonista absoluto del espacio”.
“Siempre me han gustado los espacios despejados porque propician que determinadas piezas puedan destacar. Es el mejor modo de hacer que las texturas adquieran más protagonismo”.
Como en una galería neoyorquina…Un icono de la estética industrial —la silla Tolix— dota al comedor de un aire factory, en el que la mesa suma una dosis extra de hierro con su sólida base. “Me encanta el aire contemporáneo que también aportan la isla y la pintura abstracta”.
COPIA EL ESTILO: Con madera siempre aciertas. Roble, nogal, teca, cerezo, arce, ipe… Hazte con un buen diseño en este material tan noble y auténtico. Verás cómo disfrutas cada día con sus sutiles cambios de tonalidad, calidez y tacto.
La escalera metálica destaca sobre las paredes claras como un diseño casi escultórico. Por su parte, las lámparas suspendidas tienen un efecto teatral: la longitud de sus cables hace que las pantallas parezcan sobrevolar el comedor y ayuda a apreciar mejor la altura que tiene el techo en esta zona.
Ideas para que una cocina blanca sea más personal. 1) Un frente antisalpicaduras ultrabrillante; 2) plantas con efecto “jardín interior”, y 3) una isla o península diferente; puede ser, como aquí, por su suave contraste y su frente de rejilla metálica, que deja entrever la zona de almacén que alberga.
La carpintería a medida eleva el nivel decorativo en cualquier proyecto. En este, aporta sofisticación a la entrada del dormitorio.
Una pared fashion. Su print, que replica un material de tendencia en interiorismo —el terrazo—, aporta una nota in al dormitorio, un ambiente en el que “encontrar mesillas y lámparas gemelas flanqueando la cama me transmite agradables sensaciones de orden y serenidad”.
El baño, a mano. Integrado en el dormitorio, su frente de lavabo es el único abierto a la zona de descanso, en cuyo espejo se refleja. Su encimera volada con lavamanos y una balda actúan como elementos que separan, y comunican, las cabinas de cristal translúcido de ducha e inodoro.
PLANOS DE LA VIVIENDA
“La casa conservaba elementos originales del antiguo taller, como una inmensa cristalera con cuarterones en el dormitorio principal o las imponentes columnas y vigas de hierro”.
Celia añade que “lo que me gusta del dúplex es su imagen global, impecable. Su distribución diáfana y que todo gira en torno a un espacio central de doble altura, con un lucernario que ilumina desde el techo el centro del hogar donde está el comedor, un ambiente en contacto visual permanente con la zona de estar y la cocina”. La solución creada para separar la calle de la vivienda, con una segunda puerta, es perfecta porque hace de cortavientos o filtro entre ambas. De la casa también le encanta “que la escalera no se oculte, que sea un elemento con impacto visual que aporta personalidad al espacio y además lo configura”. Otro punto a destacar para la joven es el diseño tan depurado de la cocina, con isla y abierta: “me gusta lo grande que es y su limpieza. La isla me llamó la atención por sus dimensiones y por el frente de rejilla metálica en uno de sus laterales.
Techos altos, paredes blancas, pavimento continuo, elementos arquitectónicos a la vista, grandes ventanales, una distribución diáfana, mucha luz natural… ¡Sí, la había encontrado!” La casa que tuvo tanto tiempo en mente, era ahora una realidad. Ya solo quedaban por hacer dos cosas: comprarla y empezar a disfrutarla.
PUNTOS CLAVES DE LA REFORMA
La entrada. Esta vivienda era un antiguo taller, con acceso directo desde la calle. Para separar la zona de estar del exterior, la solución ha sido diseñar un recibidor acristalado y una doble puerta, de modo que en el interior se consigue más privacidad y aislamiento.
Eliminar tabiques innecesarios. Donde antes había paredes y puertas ahora hay un espacio open concept, que incorpora los valiosos metros útiles de las antiguas zonas de paso. Al prolongar la perspectiva, se gana profundidad visual y sensación de mayor amplitud.
Una escalera con impacto visual. Por su ubicación en el centro de la planta y su diseño de inspiración industrial, tiene un claro papel protagonista en el interiorismo de la casa, a la que aporta singularidad.
Distribución óptima. Porque se adapta al estilo de vida de la joven propietaria. En la planta baja, diáfana, hay varios puntos de encuentro para familiares y amigos sin perder el contacto visual. Y el comedor se convierte en lugar de trabajo siempre que lo necesita. También es excelente porque hace más fluida la circulación y potencia la luz natural.
Realización: Cristina Rodríguez Goitia.