Situado a las afueras de Melbourne, el Campus de la Universidad de Monash es uno de los centros de investigación especializado en educación infantil, fisioterapia y enfermería más respetados de Australia.
El entorno exterior cautiva al instante con sus edificios de ladrillo, sus eucaliptos con flores rojas y, por supuesto, Gillies Hall: una residencia de estudiantes de construcción pasiva, de casi más de 6.500 metros cuadrados.
Construida por los arquitectos de Jackson Clements Burrows, la residencia ofrece 150 apartamentos distribuidos en seis plantas, dos apartamentos en la planta baja, y espacios comunes para los 250 estudiantes que viven en el campus.
El desafío principal de todo el proyecto consistía en mantener la temperatura del edificio a un máximo de 25 grados, ya que los calurosos veranos de Australia superan los 37 grados con facilidad.
¿La solución más eficiente? Buscar la sombra. De este modo, se dispuso en la fachada un panel de acero cobrizo que actúa como barrera ante el sol.
El diseño de los apartamentos se planificó con un espacio central que permitiera la ventilación cruzada y un mayor sentido de comunidad entre los estudiantes.
La planta baja incluye una gran cocina con comedor y una sala de juegos con una mesa de ping pong.
Proyecto e información: Cortesía de Jackson Clements Burrows.