Cuando el propietario de este pequeño piso se puso en contacto con la interiorista Cláudia de Sousa, tenía muy claras sus condiciones: quería que la cocina fuese una zona abierta al pasillo y más acogedora, donde pudiera cocinar y disfrutar del tiempo con sus hijos.
Tanto para la cocina como para el baño se optó por un estilo nórdico y muy cálido, como una forma de añadir luminosidad y ampliar visualmente las estancias.
COCINA
La isla central tiene ruedas que se pueden quitar cuando se precisa más espacio.
Se utilizaron roble, madera lacada en blanco y Krion: un material muy flexible pero duradero que es fácil de limpiar, no mancha y puede adoptar formas curvas.
El resultado es una cocina nórdica pero cálida.
BAÑO
En el baño fue necesario cambiar por completo la distribución real y añadir una bañera para los niños.
Se diseñó una bañera de tamaño personalizado en microcemento y se cambiaron los revestimientos de suelos y paredes.
En estas últimas, se añadieron azulejos de color azul hechos a mano y colocados en chevron, consiguiendo un espacio más acogedor.
El resto de las paredes se dejaron con azulejos blancos para lograr mayor continuidad.
Proyecto e información: Cortesía de Cláudia de Sousa.