Todo comenzó cuando Carolina y Samuel, una joven pareja de enamorados, decidieron emprender el viaje de sus sueños y apostar por la reforma de un viejo piso semiabandonado para convertirlo en su dulce hogar.
El proyecto, a cargo de Juan González Designer y Reformas Montecristo, focalizó todos los esfuerzos en cumplir el mayor deseo de la pareja: encontrar en su casa el reflejo del amor que sentían el uno por el otro.
A partir de ahí, la transformación de los espacios para conseguir ese ambiente romántico derivó en la construcción de un gran espacio común-social que alberga más de la mitad de la vivienda, donde las relaciones sociales, la familia y los amigos se convierten en un pilar más de su nuevo hogar.
Abrir espacios, tirando tabiques y potenciando el vidrio como material de separación, ayudó a entablar una conexión entre las distintas estancias de la vivienda, unificando visiblemente las áreas de día y noche, así como el uso de materiales nobles y una paleta cromática asociada a la naturaleza, que contribuye a multiplicar la luz natural del apartamento y a crear un ambiente más acogedor.
AIRES DE MILÁN
Una de las condiciones que Carolina y Samuel plantearon fue la búsqueda de esos aires que tanto les recordaban a una preciosa época que compartieron en un pequeño piso de Milán. La propuesta del equipo de interiorismo encajó a la perfección con la idea: un salón-cocina acotado por unos muros de ladrillo envejecido hecho a mano presentes en aquel piso, y una pequeña zona de exterior reservada para generar un lugar de escapada, de desayuno matutino donde poder rememorar aquellos hermosos momentos.
Los espacios quedan así armoniosamente decorados con muebles y objetos, en su mayoría reciclados y recuperados.
DORMITORIO CON AIRES TROPICALES
VESTIDOR EMPOTRADO CON PARTE DE EXPOSICIÓN
BAÑO MASCULINO CON HIDRÁULICOS GRISES
BAÑO FEMENINO CON HIDRÁULICOS EN TONOS TIERRA
Diseño y dirección artística: Juan González Designer. Constructora: Reformas Montecristo S.L. Diseño de vestuario: Regalichi. Videógrafo: Mark Channel.