Cuando la familia crece... ¡también debe hacerlo la vivienda! Al menos, siempre que tengas tanta suerte como los propietarios de este fabuloso apartamento en Brooklyn. Tras diez años sin reformas a la vista, esta pareja con dos niños decidió que ya era hora de renovar los aires de su casa y sacarle el máximo partido a los metros disponibles. Y gracias al equipo de BAAO Architects, lo consiguieron. ¿Nos acompañas a ver el resultado? Comenzaron transformando el sótano en una sala familiar perfecta para ver películas y descansar, un cuarto de esparcimiento pensado para todos los miembros de la familia. A este espacio se accede por la nueva escalera, totalmente reformada y uno de los puntos claves a la hora de crear este nuevo espacio. La estancia se decoró con un sofá con reposapiés, un televisor empotrado, y un mueble con estanterías en color blanco que aporta luminosidad.
Por su parte, la planta de las zonas comunes se redistribuyó totalmente creando un espacio abierto y fluido que conecta diferentes ambientes y que unifica la cocina, el comedor, el salón y un pequeño despacho.
SALA FAMILIAR EN EL SÓTANO
COCINA, COMEDOR Y SALÓN
ÁREA PRIVADA
El área privada del apartamento se rediseñó a lo largo de una amplia pared pintada en azul oscuro grisáceo.
El dormitorio principal ahora alberga un baño con ducha de obra donde suelo, techo y paredes se han revestido con azulejos mini en una gama de azules.
El baño de los niños dispone de una mampara de estilo francés que separa la bañera del resto del cuarto, decorado al completo en blanco y negro.
Para crear un nuevo look en su dormitorio, las paredes se pintaron en un lila suave y se concibió un bonito rincón de lectura en la ventana.