En muchas ocasiones, vale más el ingenio que el dinero, y el apartamento que estás a punto de conocer es un claro ejemplo de ello.
Debido al bajo presupuesto con el que contaban, el grado de intervención en esta vivienda de Madrid a cargo del arquitecto Luis Aguilar y la interiorista Paula Balboa fue mínimo, pero con unos resultados óptimos.
De hecho, la cocina y el baño se mantuvieron tal cual estaban a excepción del alicatado del baño, pintado en color blanco.
Al tratarse de un piso bajo con poca luz se pintaron también en blanco los techos y las paredes de toda la vivienda. Además, se movieron los puntos de luz.
Con el fin de crear intimidad y minimizar el impacto de las carpinterías en color oscuro, se instalaron grandes cortinas correderas blancas.
Como elemento diferenciador, la pared del salón y el cabecero del dormitorio se decoraron con papel pintado.
El resultado es un apartamento con un look renovado, fresco, acogedor, moderno y muy luminoso. ¡Listo para entrar a vivir!
Luisjaguilar Arquitectura. Interiorismo: Paula Balboa