Cuando en 1936 Margaret Mitchell escribió Lo que el viento se llevó, no tenía ni idea de que su novela daría forma a una de las películas más míticas de la historia del cine, ni que ganaría el Premio Pulitzer al año siguiente de su publicación.
En 1939, el prestigioso director de cine David Selznick adquirió los derechos del libro para filmar su película, pero Margaret no tenía ninguna intención de participar en la producción salvo para una cosa...
Hojeando un periódico, la escritora había encontrado una casa que era exactamente igual a la que había imaginado en su novela. Sin pensarlo, envió el recorte al director, y de este modo se convirtió en la mansión de Ashley Wilkes.
El tiempo pasó y Twelve Oaks se convirtió en una casa olvidada, hasta que sus actuales propietarios invirtieron cerca de 2 millones de euros en restaurarla.
Más de 900 metros cuadrados de superficie distribuidos en 12 dormitorios, 13 baños, salón, comedor, cocina, 3 cuartos de lavandería, porches, piscina al aire libre, más de una hectárea de jardines, y un garaje con 4 plazas.
La casa ha salido a subasta recientemente, ¿quién será el afortunado que la consiga? Nosotros, desde luego que no... Snif, snif... 😢
Información: Cortesía de Top Ten Real Estate Deals.