Manuela y Vicent querían cambiar su forma de vivir. Su casa había dado mil vueltas y no conseguían encontrar el equilibrio para disfrutarla. La indefinición formal de sus espacios y una distribución complicada provocaba que cada estancia no obedeciera a su naturaleza y que la relación entre ellas no fuera fluida.
Por ello, el primer reto para el arquitecto Ivan Gas fue el de diseñar una distribución que permitiera que los espacios se abrieran y se generasen visuales desde todo el apartamento, para dar la sensación de una mayor amplitud.
El tabique que separaba el comedor de la sala de estar se derribó y en su lugar se construyó “la isla”.
La isla es un pequeño estudio que aparece y desparece a través de su envolvente de madera. Es una pieza exenta entre el comedor y la sala de estar que divide ambos espacios a la vez que actúa de rotor en sus circulaciones.
Por otro lado, la cocina se abrió al comedor, y el tabique del pasillo se convirtió en una mampara reticular de madera que deja pasar la luz y genera un juego de semi-transparencias muy interesante.
Se realizó una alacena a lo largo de toda la pared que alberga las conservas y los frascos pequeños, y todos los demás armarios gozan de los accesorios de última generación para facilitar el mejor almacenaje. “Como somos unos amantes de los rincones, en el fondo de la cocina diseñamos una pequeña taberna, con una barra de madera, una lámpara colgante y unos azulejos de los más retro. Un espacio perfecto para desayunar o tomar una copa de vino”.
La reforma mira siempre de crear contrapuntos entre lo clásico y lo moderno, entre la elegancia y la calidez, y entre lo formal y el desenfado. Son estas combinaciones las que al final generarán esta estética ecléctica tan original.
Las plantas aparecen por todos lados para llenar de vida la casa y trasladar nuestras mentes a un antiguo invernadero. Los toques botánicos le regalan a este apartamento urbano, un pequeño trocito de naturaleza en el medio de la ciudad.
Con el vestidor se quiso dar una pincelada de glamour y se realizó en color rosa.
La combinación de los materiales, la iluminación integrada y la decoración contemporánea es una parte fundamental del trabajo para definir cada detalle.
La terraza se llenó de madera envejecida y vegetación para crear un espacio de relax con estilo. La elección del mobiliario, la mampara de madera con un jardín vertical, el columpio y la luz indirecta conciben un ambiente bohemio muy informal.
ANTES DE LA REFORMA
DATOS DE INTERÉS:
Lugar: Tortosa (Tarragona)
Superficie: 90 m2