Uno de los privilegios de esta casa es que cuenta con una excelente ubicación: un cuarto piso de un edificio de la Plaza Mayor de Madrid, que seguramente albergará un
centenar de historias en su interior. El inmueble data de alrededor de 1935 y presentaba muchas carencias, debido a la antigüedad del edificio y el deterioro de la estructura.
LA CASA TIENE DOS ALTURAS
La altura de los techos ha permitido ubicar el dormitorio en un altillo abierto. Abajo, el estar, con mesa de centro y sofá, de Gajisa. Sobre éste, cojines de Ikea y Muy Mucho. De esta última firma también las cestas-maceteros y el escarabajo de adorno. Un original aplique de Leroy Merlin ilumina el altillo y el estar en la parte inferior.
El dúplex, después de las obras, transmite sensación de hogar. Dos estilos decorativos se entrelazan en un mismo diseño. Por un lado, un rústico actual, reflejado en el uso de baldosas hidráulicas, azulejos tipo metro y mobiliario de maderas naturales... Y, por otro, un estilo ecléctico con notas retro que lo personalizan y añaden un aire chic: un ejemplo son las puertas de armarios, en la que resaltan preciosos vidrios envejecidos...
AMBIENTES OPTIMISTAS
La alegría y la vitalidad que respiran las estancias es otro rasgo a destacar. Así sucede en todos los ambientes, pero especialmente en los dormitorios, donde se han combinado telas y acabados para lograr espacios con chispa. Los cabezales de
diseño propio y tapizados de terciopelo y los revestimientos de papel pintado con motivos florales, las lámparas y apliques: todos los detalles evocan una deliciosa estética vintage. Y como guinda, la terraza situada en la azotea, que regala unas
impagables vistas al centro neurálgico de Madrid. ¡Casi nada!
¡Qué panorámica ofrece la terraza! Para hacer acogedor este espacio, se ha cubierto con un suelo de teca y se amuebló con mesa de Ikea y sillas metálicas del Rastro. El cojín de macramé, las tazas y cestas son de Muy Mucho.
UN COMEDOR SENCILLO Y ELEGANTE
El comedor se ha equipado con mesa y dos modelos de sillas -de estilo industrial unas y clásicas las otras- que quedan de maravilla. Todo se adquirió en Maisons du Monde, Gajisa y Singular Market. Los jarrones y la bola de hierro, en Ikea, y la alfombra, en Zara Home. Una moderna lámpara de Leroy Merlin ilumina todo el conjunto.
Alfombras de fibras y asientos de madera atemperan una decoración en tonos blancos.
COCINA BLANCA
La cocina del dúplex es muy funcional. Combina estética contemporánea -muebles y electrodomésticos- con elementos retro, como el techo de madera y los azulejos tipo metro del salpicadero.
CONTRASTE DE MATERIALES
El color de la madera y su brillo destacan sobre el fondo blanquísimo de las paredes. Los techos de bovedilla curva proporcionan sensación de profundidad. Al final del pasillo, uno de los dormitorios de la casa dispone de un balconcito que da a la calle.
Los elementos originales de la casa revalorizan los interiores.
EN EL DORMITORIO: FLORES Y TERCIOPELO
En el dormitorio, empapelado con un primaveral modelo de Marantik. Sobre la pared se apoya un cabecero de terciopelo, diseñado por Ana Negrete. El ropero, a medida, lleva puertas de espejo, que reflejan la luz y amplían el espacio. Cojines y mantas, de Ikea, y mesilla, de Zara Home. El aplique está inspirado en los 50. Se compró en Singular Market.
JUEGO DE ACABADOS EN EL CUARTO DE BAÑO
En el baño, los revestimientos cerámicos son protagonistas. Se han elegido piezas lisas y brillantes rectangulares en las paredes y baldosas hidráulicas en el suelo. Los puedes adquirir en Azulejos Peña.
El dúplex está aprovechado al milímetro, y además se ha montado una terraza en la azotea. El dormitorio principal se instaló en un altillo de la vivienda y se asoma a la sala de estar. Está protegido por una barandilla de cristal. Como es un espacio abierto, recibe mucha luz.
La empresa Alterhome, dedicada a los alquileres turísticos y de largas estancias, proyectó una rehabilitación integral del inmueble. La directora de arquitectura e interiorismo, Ana Negrete, quiso lograr que el ático mantuviese la misma esencia, por lo que, junto al resto del equipo de este departamento de Alterhome, llevó a cabo una actuación cuyo objetivo fue conseguir un estilo único y diferenciado, que transmitiera calidez y modernidad.
En primer lugar, se priorizó la recuperación de todos los elementos estructurales originales que fuera posible: las bellas vigas de madera en paredes y techos, las antiguas carpinterías y las cristaleras ahumadas. Igualmente, se aprovechó la "desordenada arquitectura" existente para darle más valor a la vivienda y para mezclar tendencia y tradición.